El golpe palaciego que algunos dirigentes socialistas han dado para acabar con nuestro S.G. y justificar el apoyo a Rajoy, está teniendo mucha contestación entre los afiliados y votantes del partido pero también está generando un alto grado de frustración que impulsa a muchos militantes honrados a darse de baja. De generalizarse este proceso, se allanaría el camino a los golpistas que pretenden quedarse con el partido que para muchos de ellos es, además, el único medio de vida que conocen, pues nunca han tenido otro oficio.
En tiempos de tribulación no hacer mudanza, recomendaba Teresa de Jesús, y siguiendo este sabio consejo no es oportuno, aunque a muchos nos lo pida el cuerpo, dejar el partido en manos de estos "compañeros". Sin embargo si hay algunas acciones de resistencia pasiva que SÍ se pueden hacer:
En tiempos de tribulación no hacer mudanza, recomendaba Teresa de Jesús, y siguiendo este sabio consejo no es oportuno, aunque a muchos nos lo pida el cuerpo, dejar el partido en manos de estos "compañeros". Sin embargo si hay algunas acciones de resistencia pasiva que SÍ se pueden hacer:
- Reducir la cuota al mínimo estatutario, 36 €/año la cuota general.
- Devolver la siguiente cuota que nos pasen. Según el articulo 12.1 de los estatutos federales, si no se convoca el Congreso antes de fin de año. Una deuda de más de seis meses es causa de baja, como las cuotas se pasan de forma semestral, el impago de una sola cuota no genera perdida de derechos.
- Dado que los bancos dan un plazo de hasta 60 días naturales para devolver recibos y la última cuota se pagó en junio, hay que esperar hasta la cuota de Enero, lo que da margen hasta Marzo.
Para que estas acciones tengan valor político es necesario hacerlo público de manera personal y colectiva.
La devolución de una cuota puede convertirse en una forma de "baja por fasciculos," pues deja para junio la decisión de consolidar la baja definitiva.
Habría que poner en marcha también medidas de resistencia activa, organizando y participando en plataformas para hacer frente a los desmanes de la "Junta gestora golpista".
La primera de estas acciones es seguramente culminar la petición de un congreso extraordinario, entregando, de forma pública y visible, las casi 100.000 firmas recogidas y planteando las actuaciones necesarias, legales incluidas, para que la convocatoria del Congreso sea una realidad. Sería triste que la convocatoria del Congreso extraordinario tuviera que hacerla un juez, pues el recurso a la comisión de garantías, en la que uno de sus miembros está investigado en la trama Púnica por recibir regalos valiosos cuando era concejal en Parla, no ofrece muchas garantías.
Otra posible acción que se vislumbra en un horizonte cercano sería organizar un "crowfunding solidario" para pagar la multa que previsiblemente pondrán a los diputados que mantengan la coherencia y votenl NO a Rajoy. Si los más talibanes de la Junta y de algunas Federaciones consiguen que se apliquen sanciones más duras, habrá que hacer otras cosas.
En mi biografía política hay algunas experiencias de pelear colectivamente contra burocracias autoritarias y fundamentalistas, la de Carrillo en 1982 y la de Anguita en 1997, saliendo perdedor en ambos casos, aunque a largo plazo, vista la deriva que han tomado tanto el PCE, escondido de tras de IU, como la propia con un coordinador A. Garzon, convertido en monaguillo de Manuel Pablo l; parece que los derrotados por la historia son otros.
La razón última del fracaso de aquellos movimientos es que los intentos de racionalidad y sentido de la realidad que tenían nuestras propuestas, chocaron con unas bases, también radicalizadas, que no nos dieron el suficiente apoyo.
La crisis del PSOE actual tiene justamente esa diferencia, la cúpula golpista se ha aislado de los militantes y votantes socialistas, con un sentido patrimonial del PSOE, que consideran de su propiedad y eso debe llevarlos a la derrota, si somos capaces de aguantar sin darnos de baja. Por otro lado la potencia que tienen hoy las redes sociales hace que los burócratas no tengan el monopolio de la información que tenían hace unas décadas.
Indicar también que los militantes de base no estamos solos. El resultado de la votación del último C.F. indica que, a pesar de los cambios en su composición, con la salida de los miembros de la ejecutiva anterior y la inclusión, de forma fraudulenta, de la gestora, la votación no ha sido muy distinta de la que destituyó a P. Sánchez. No han conseguido convencer a nadie, salvo a algún oportunista que siempre aparece en estos casos.
Por otro lado ocho federaciones regionales están intentando mediar con el presidente de la gestora para frenar los intentos de los más talibanes de expulsar a los que voten NO a Rajoy y romper relaciones con el PSC. Hay que esperar que el supuesto carácter conciliador de Javier Fernandez, hasta ahora oculto, aparezca finalmente y se consiga parar esta barbaridad.
La devolución de una cuota puede convertirse en una forma de "baja por fasciculos," pues deja para junio la decisión de consolidar la baja definitiva.
Habría que poner en marcha también medidas de resistencia activa, organizando y participando en plataformas para hacer frente a los desmanes de la "Junta gestora golpista".
La primera de estas acciones es seguramente culminar la petición de un congreso extraordinario, entregando, de forma pública y visible, las casi 100.000 firmas recogidas y planteando las actuaciones necesarias, legales incluidas, para que la convocatoria del Congreso sea una realidad. Sería triste que la convocatoria del Congreso extraordinario tuviera que hacerla un juez, pues el recurso a la comisión de garantías, en la que uno de sus miembros está investigado en la trama Púnica por recibir regalos valiosos cuando era concejal en Parla, no ofrece muchas garantías.
Otra posible acción que se vislumbra en un horizonte cercano sería organizar un "crowfunding solidario" para pagar la multa que previsiblemente pondrán a los diputados que mantengan la coherencia y votenl NO a Rajoy. Si los más talibanes de la Junta y de algunas Federaciones consiguen que se apliquen sanciones más duras, habrá que hacer otras cosas.
En mi biografía política hay algunas experiencias de pelear colectivamente contra burocracias autoritarias y fundamentalistas, la de Carrillo en 1982 y la de Anguita en 1997, saliendo perdedor en ambos casos, aunque a largo plazo, vista la deriva que han tomado tanto el PCE, escondido de tras de IU, como la propia con un coordinador A. Garzon, convertido en monaguillo de Manuel Pablo l; parece que los derrotados por la historia son otros.
La razón última del fracaso de aquellos movimientos es que los intentos de racionalidad y sentido de la realidad que tenían nuestras propuestas, chocaron con unas bases, también radicalizadas, que no nos dieron el suficiente apoyo.
La crisis del PSOE actual tiene justamente esa diferencia, la cúpula golpista se ha aislado de los militantes y votantes socialistas, con un sentido patrimonial del PSOE, que consideran de su propiedad y eso debe llevarlos a la derrota, si somos capaces de aguantar sin darnos de baja. Por otro lado la potencia que tienen hoy las redes sociales hace que los burócratas no tengan el monopolio de la información que tenían hace unas décadas.
Indicar también que los militantes de base no estamos solos. El resultado de la votación del último C.F. indica que, a pesar de los cambios en su composición, con la salida de los miembros de la ejecutiva anterior y la inclusión, de forma fraudulenta, de la gestora, la votación no ha sido muy distinta de la que destituyó a P. Sánchez. No han conseguido convencer a nadie, salvo a algún oportunista que siempre aparece en estos casos.
Por otro lado ocho federaciones regionales están intentando mediar con el presidente de la gestora para frenar los intentos de los más talibanes de expulsar a los que voten NO a Rajoy y romper relaciones con el PSC. Hay que esperar que el supuesto carácter conciliador de Javier Fernandez, hasta ahora oculto, aparezca finalmente y se consiga parar esta barbaridad.