La fecha clave del 1º de Octubre se aproxima y con ella, el choque de trenes entre el gobierno catalán y el de España, que, probablemente, se producirá antes.
El órdago separatista se está gestionando con un juego del gato y el ratón del gobierno catalán, que no es más que una estrategia de corto alcance, pues más pronto que tarde tendrán que dar algún paso oficial y convocar el referendum.
Si nos basamos en el calendario del último referéndum realizado en España, el relativo a la Constitución Europea que se aprobó en 2005, el tiempo transcurrido entre la convocatoria y el dia de la votación fue de 36 días. La supuesta consulta catalana esta prevista para el 1 de Octubre, con lo que tendría que convocarla, si se siguen estos plazos, el 25 de Agosto. Antes de la convocatoria, tendrán que aprobar formalmente la Ley exprés del referéndum, lo que nos lleva a unos días antes. En consecuencia, no más tarde de mediados de Agosto, se producirá alguna formalización significativa del govern catalán y la consiguiente reacción del gobierno de Madrid.
Si el gobierno central hace caso al sector más duro del PP y aplica el articulo 155 para suspender la Autonomía de Cataluña, las consecuencias serían impredecibles pero muy graves.
Si, por el contrario, el gobierno de Madrid actúa con mesura, es muy probable que a mediados de Agosto, la ley del referéndum, la convocatoria del 1 de octubre y algunas otras normas estarán suspendidas y una buena parte del govern en proceso de inhabilitación. Todo ello, seguramente, en el marco de una protesta ciudadana en Cataluña de un nivel difícil de calibrar.
En esta segunda hipótesis se abriría un tiempo nuevo que estará condicionado,además, por otros factores:
El resultado de estas elecciones, y las coaliciones de gobierno que puedan instrumentarse determinarán el futuro inmediato de Cataluña y por tanto de España.
Si nos basamos en el calendario del último referéndum realizado en España, el relativo a la Constitución Europea que se aprobó en 2005, el tiempo transcurrido entre la convocatoria y el dia de la votación fue de 36 días. La supuesta consulta catalana esta prevista para el 1 de Octubre, con lo que tendría que convocarla, si se siguen estos plazos, el 25 de Agosto. Antes de la convocatoria, tendrán que aprobar formalmente la Ley exprés del referéndum, lo que nos lleva a unos días antes. En consecuencia, no más tarde de mediados de Agosto, se producirá alguna formalización significativa del govern catalán y la consiguiente reacción del gobierno de Madrid.
Si el gobierno central hace caso al sector más duro del PP y aplica el articulo 155 para suspender la Autonomía de Cataluña, las consecuencias serían impredecibles pero muy graves.
En esta segunda hipótesis se abriría un tiempo nuevo que estará condicionado,además, por otros factores:
- La respuesta que den los ciudadanos catalanes a las propuestas del govern y a las actuaciones legales del gobierno central
- Las estrategias que desarrollen los partidos políticos que operan en Cataluña:
En el lado soberanista se observan diferencias cada vez más acusadas entre los dos componentes del govern. El PDC se queja de que está pagando todo el desgaste y algunos de sus dirigentes empiezan a dudar de la viabilidad del referendum. Esquerra por su parte está en segunda línea, apoyado el proceso independentista y, aparentemente, esperando recoger los frutos del desgaste del PDC.
La CUP sigue impulsando la máxima radicalidad, sin hacer ninguna concesión y amenazando continuamente con retirar su apoyo.
La derecha del PP y Cs sigue enrocada en la defensa de la legalidad constitucional, sin ofrecer ninguna alternativa nueva.
Podemos y en Comun han decidido refugiarse en el limbo de la teoría y no estar ni a favor ni en contra de la independencia, sino a favor del barullo. Su propuesta es ahora que el 1 de Octubre sea una gran jornada de protesta ciudadana, como dicen los castizos, para ese burro no hacen falta alforjas.
El PSC es el único que tiene una alternativa clara y realista, aunque difícil de poner en marcha: promover un cambio constitucional que defina España como un Estado Federal con derechos reales de las nacionalidades y regiones, no otorgados, como ahora, por el gobierno central.
En un Estado Federal, además de facilitarse soluciones a problemas endémicos como el de la financiación, normas como el Art. 155 de la Constitución no tendrían sentido, pues el Estado no tendría capacidad de tutelar las Federaciones. La declaración de Barcelona, recientemente proclamada por las direcciones del PSOE y el PSC, son un paso muy importante en la busqueda de una salida negociada para Catalunya.
Se acusa con frecuencia a la propuesta federalista socialista de inconcreta, pero no se puede concretar demasiado pues, posteriormente, será necesario consensuar el modelo federal con otros grupos y si se ofrece una postura cerrada, el acuerdo será más difícil.
La salida más probable de esa situación son unas nuevas elecciones anticipadas en Cataluña, a las que sería deseable, que los partidos concurrieran con unos planteamientos nuevos que permitan el dialogo y la búsqueda de una salida negociada.
En un Estado Federal, además de facilitarse soluciones a problemas endémicos como el de la financiación, normas como el Art. 155 de la Constitución no tendrían sentido, pues el Estado no tendría capacidad de tutelar las Federaciones. La declaración de Barcelona, recientemente proclamada por las direcciones del PSOE y el PSC, son un paso muy importante en la busqueda de una salida negociada para Catalunya.
Se acusa con frecuencia a la propuesta federalista socialista de inconcreta, pero no se puede concretar demasiado pues, posteriormente, será necesario consensuar el modelo federal con otros grupos y si se ofrece una postura cerrada, el acuerdo será más difícil.
La salida más probable de esa situación son unas nuevas elecciones anticipadas en Cataluña, a las que sería deseable, que los partidos concurrieran con unos planteamientos nuevos que permitan el dialogo y la búsqueda de una salida negociada.
El resultado de estas elecciones, y las coaliciones de gobierno que puedan instrumentarse determinarán el futuro inmediato de Cataluña y por tanto de España.