Antes de abordar la segunda parte de los comentarios del barómetro del CIS, voy a hacer un breve apunte sobre otra encuesta, elaborada por Metroscopia y publicada posteriormente por el diario El PAIS.
Las diferencias de Metroscopia con el CIS son muy notables en estimación de voto para los cuatro principales partidos nacionales:
- PP 28,7 % diferencia con el CIS -11,5%
- PSOE 24,4 % diferencia con el CIS -8,0%
- IU 13,3 % diferencia con el CIS +3,4%
- UPyD 14,9 % diferencia con el CIS +7,5,5%
Los resultados de este sondeo presentan un escenario político muy diferente del actual. En vez de dos grandes partidos y dos con menor representación, plantea un panorama de cuatro partidos bastante equilibrados en su representación.
Además de tan notables diferencias, esta encuesta estima una participación muy baja de tan solo el 52%. Esos niveles tan elevados de abstención no se han visto nunca en unas elecciones generales en España.
Siendo moderado habría que calificarla de poco rigurosa teniendo en cuenta, además, que la elaboración de los datos se ha hecho en solo dos días, cuando el CIS se toma casi un mes entre el trabajo de campo y la publicación de la resultados.
Volviendo al barómetro del CIS. Para empezar considero un error de interpretación generalizado la afirmación, considerada casi como una verdad absoluta, de que todos los líderes políticos suspenden en las encuestas, y por tanto son bastante malos. La realidad puede ser muy diferente, y esas calificaciones seguramente se originan en una falsa interpretación de los datos, incorrecta desde mi punto de vista, pero que ha llegado a convertirse en un lugar común,
La política tiene una fuerte componente competitiva, los ciudadanos no somos neutrales, somos partidarios y votantes de un determinado partido y, por tanto adversarios, en mayor o menor medida, de los restantes.
La valoración de los líderes se hace utilizando una escala convencional de 0 a 10, en la que el 5 es el aprobado. Seguramente es muy poco habitual que un votante del PP valore positivamente la actuación de Rubalcaba o que uno del PSOE haga lo mismo con Rajoy.
Se podría hacer una aproximación y considerar que la media de las puntuaciones que hacen los votantes de un partido a sus líderes es superior a 5, mientras que la valoración a los líderes de los restantes es inferior. Partiendo de la base de que aprobamos a los nuestros y suspendemos a los adversarios, aunque esta valoración se haga con una u otra puntuación según consideremos la actuación de cada dirigente en cuestión.
Para evaluar la "nota" de cada candidato he utilizado el siguiente procedimiento: Multiplicar el porcentaje de votos obtenido por la nota media que supuestamente le asignan sus partidarios, superior al cinco, y los restantes votos por la nota media que le asignan, también supuestamente, sus adversarios, en este caso inferior al cinco.
Con estos valores se construye una tabla de referencia:
partido
|
votos partido
|
Valoración
votantes |
Valoración
adversarios |
Valoración
global |
valoración
global |
A
|
40%
|
7
|
3
|
4,6
|
Alta
|
A
|
40%
|
6
|
2
|
3,6
|
Media
|
A
|
40%
|
5
|
1
|
2,6
|
Baja
|
B
|
30%
|
7
|
3
|
4,2
|
Alta
|
B
|
30%
|
6
|
2
|
3,2
|
Media
|
B
|
30%
|
5
|
1
|
2,2
|
Baja
|
C
|
20%
|
7
|
3
|
3,8
|
Alta
|
C
|
20%
|
6
|
2
|
2,8
|
Media
|
C
|
20%
|
5
|
1
|
1,8
|
Baja
|
D
|
10%
|
7
|
3
|
3,4
|
Alta
|
D
|
10%
|
6
|
2
|
2,4
|
Media
|
D
|
10%
|
5
|
1
|
1,4
|
Baja
|
El partido “A” habría obtenido el 40% de la intención de voto en la encuesta. Si la valoración de su líder es alta (7 de media de sus votantes y 3 de media de sus adversarios), obtendría 4,6 puntos, si fuera baja (5 y 1 respectivamente) 2,6. Por tanto para llegar a una puntuación de 5 tendría que tener una valoración muy alta, tanto de sus partidarios como de sus adversarios.
Resultados similares, aunque más bajos se obtienen pues cuando el número de votantes potenciales es inferior. La valoración de un líder depende por tanto de tres factores: intención de voto, valoración de partidarios y valoración de adversarios y solo excepcionalmente, podría superar el cinco.
Con este criterio, las valoraciones de los líderes de los cuatro mayores partidos nacionales que hace el último barómetro de CIS, serían:
- PP votos: 34% Valoración Rajoy: 2,44 Baja
- PSOE votos: 28% Valoración Rubalcaba: 3,00 Media
- IU votos: 10% Valoración C. Lara: 3,52 Alta
- UPyD votos: 7,7% Valoración R. Diez: 3,96 Muy Alta
Si, adicionalmente, tenemos en cuenta que a M. Rajoy y a A.P. Rubalcaba les valoran prácticamente todos los encuestados de la muestra, mientras que C. Lara y a R. Diez, les puntúan solo el 59 y el 68% respectivamente, las valoraciones de estos últimos deberían corregirse a la baja, para tener en cuenta la parte del censo que no opina sobre ellos.
Hay que señalar que los cuatro dirigentes pierden nota en relación con sus calificaciones del trimestre anterior.
ene-13
|
abr-13
|
abr/enero
| |
M. Rajoy
|
2,81
|
2,44
|
86,8%
|
A .P. Rubalcaba
|
3,4
|
3
|
88,2%
|
C. Lara
|
3,88
|
3,52
|
90,7%
|
R. Diez
|
4,33
|
3,96
|
91,5%
|
En la valoración de líderes hay una interpretación, que suelen hacer las encuestas menos rigurosas, que consiste en poner en vez de la puntuación media, el número de encuestados que aprueba o desaprueba la gestión de cada líder.
Como habitualmente solo hace una valoración positiva una parte de sus partidarios, el número de los que aprueban la gestión es muy pequeño aunque se oculte el dato de que algunas de las valoraciones, las de los muy partidarios, podrían ser muy positivas.
No es mi intención con este análisis defender que la situación política es buena, ni que tenemos unos líderes políticos de muy alto nivel. Creo que realmente el panorama actual es "manifiestamente mejorable", pero tampoco es justo descalificar más de la cuenta a nuestros políticos y transmitir una imagen mucho más negativa de lo que es en realidad.
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