Uno de los mejores resultados de estas elecciones ha sido la satisfacción de ver desparecer de la vida pública a algunas de las "chicas de oro del PP" como E. Aguirre, A. Botella, R. Barberá o T. Martinez y a algún otro personaje masculino como Leon de la Riva, alcalde de Valladolid o los ex-presidentes madrileño y extremeño, Gonzalez y Morago.
Una vez expresada la satisfacción por el final de una etapa que ha tenido unos protagonistas tan destacados como los que ahora despedimos con alegría, paso a analizar algunos aspectos de la reciente elección de alcaldes.
En un correo reciente, el Secretario de Organización del PSOE envía a los militantes una estadística con el número de alcaldías de ciudades medianas y grandes en las que se ha obtenido alcalde socialista, incluyendo una comparación con las que tiene el Partido Popular. El comentario que lo acompaña es bastante sugerente
Una vez expresada la satisfacción por el final de una etapa que ha tenido unos protagonistas tan destacados como los que ahora despedimos con alegría, paso a analizar algunos aspectos de la reciente elección de alcaldes.
En un correo reciente, el Secretario de Organización del PSOE envía a los militantes una estadística con el número de alcaldías de ciudades medianas y grandes en las que se ha obtenido alcalde socialista, incluyendo una comparación con las que tiene el Partido Popular. El comentario que lo acompaña es bastante sugerente
Estamos satisfechos porque se han constituido casi 3.000 gobiernos municipales socialdemócratas.
Querido Cesar Luena, los socialistas no tenemos razones para estar satisfechos. El resultado en las urnas ha sido malo, peor que el de 2011 que ya fue muy malo, si nos consolamos con ser el tuerto en el país de los ciegos, mal vamos. Casi todas las alcaldías conseguidas son fruto de pactos con candidaturas de unidad popular, apoyadas por Podemos, con los que estábamos literalmente a "hostia limpia" hasta hace unos pocos meses. Ellos nos llamaban casta y su eslogan favorito era "PSOE, PP la misma M.... es". Nosotros los calificábamos de populistas y negábamos cualquier posible acuerdo con ellos.
En los datos que nos presentas, se diferencian las ciudades de más de 20.000 habitantes de las de más de 50.000 habitantes, pero no se hace mención diferenciada de las seis grandes ciudades de más de 500.000 habitantes, en las que el PSOE solo ha obtenido la alcaldía de la cuarta (Sevilla) y el PP de la sexta (Málaga), las otras cuatro, incluyendo Madrid y Barcelona, están en manos de candidaturas de unidad popular o de partidos de izquierda nacionalista.
Discrepo en consecuencia de esta apreciación, que espero sea solo un intento de dar un poco de optimismo a la militancia, porque si realmente os creéis lo que se afirma, es para empezar a pensar que la dirección del PSOE no ha entendido el resultado electoral y siguen enrocados en otras cosas.
Nuestro supuesto éxito, ha sido ganar el partido con mal juego con la fortuna de que el equipo contrario se haya metido los goles en su propia meta. No es para estar satisfechos porque, simplemente, hemos salvado los muebles, por una serie de circunstancias que poco tienen que ver con nuestros méritos.
En la mayoría de los ayuntamientos que vamos a gobernar estamos dependiendo de candidaturas apoyadas por Podemos, mientras que en otros la situación está invertida, y somos nosotros los que apoyamos a sus alcaldías. Esta situación nos debe llevar a tener mucha prudencia y realismo para establecer una relación de confianza con estas candidaturas que nos permita ofrecer una opción positiva de futuro a los ciudadanos. No es tarea fácil esta relación de mutua confianza, pues los antecedentes son de enfrentamiento y el esfuerzo de acercamiento que unos y otros tenemos que realizar, es muy posible que en muchos casos sea complicado.
Hay dos actuaciones socialistas que me parecen inaceptables, probablemente no sean las únicas. La primera es nuestra actuación en Oviedo, no apoyando a la candidata de unidad popular como respuesta a que sus candidatos en Gijón tampoco habían apoyado al candidato socialista que tenía mejor votación. Afortunadamente, el resultado final de Gijón, alcalde del Foro, no se repitió en Oviedo, gracias al buen sentido de la candidata de Somos Oviedo que al votar al candidato socialista, evitó que el gobierno de la ciudad cayera en manos de la derecha.
La segunda, más cercana y relevante, es el lamentable espectáculo que el PSM ha dado una vez más en Parla. Tras la destitución del anterior alcalde por su presunta implicación en la Púnica, hubo una dura pugna por la alcaldía, que al final consiguió por derecho Beatriz Arceredillo, resistiendo las fuerte presiones del aparato local, que pretendía una solución Lampedusiana y mantenía un férreo control de la asamblea local y del grupo municipal.
En los pocos meses que ha ocupado el puesto, la nueva alcaldesa ha tenido una actuación muy positiva, que ha sido muy bien valorada por la ciudadanía, pero el PSM no fue sensible a esos argumentos y propuso una lista y un candidato en la que Beatriz era excluida. Finalmente la alcaldesa se presentó con un partido de nueva creación y a pesar de todas las dificultades, consiguió ser la fuerza más votada de las cuatro de izquierdas que se presentaron en Parla. El PSM local le pasó factura por su "indisciplina", no votándola y permitiendo que la alcaldía acabase en manos del PP.
Hay que esperar que el PSM rectifique lo antes posible y la alcaldía de Parla vuelva a la izquierda y la ocupe la representante de Mover Parla, que se la ha ganado.
Otro Ayuntamiento que finalmente se ha resuelto bien a pesar del PSE, ha sido el de Vitoria donde se le ha quitado al PP un alcalde que había hecho unas declaraciones xenófobas, casi racistas, inadmisibles.
El hecho de que el PSE se echará para atrás del acuerdo inicial de apoyar al PNV, es un elemento negativo pues, posiblemente, ya está llegando el momento de empezar a levantarle la cuarentena a Bildu, que, en estos años, ha tenido un comportamiento correcto en los ayuntamientos. El caso de Vitoria, que no suponía apoyo directo a Bildu sino solo coincidencia en votar al PNV, era una buena ocasión que se ha frustrado por un pretexto menor ocurrido en Andoain.
Quiero terminar, por último, felicitando a dos alcaldes de izquierdas que han conseguido magníficos resultados, uno Abel Caballero en Vigo que ha revalidado la mayoría absoluta y otro, el nuevo alcalde de Zamora, Francisco Guarido de IU, cuyos resultados indican un muy buen trabajo en la legislatura anterior. Estas alcaldías demuestran una vez más, que si las listas las encabezan buenos candidatos, el valor de la "marca" tiene menos peso.
Nuestro supuesto éxito, ha sido ganar el partido con mal juego con la fortuna de que el equipo contrario se haya metido los goles en su propia meta. No es para estar satisfechos porque, simplemente, hemos salvado los muebles, por una serie de circunstancias que poco tienen que ver con nuestros méritos.
En la mayoría de los ayuntamientos que vamos a gobernar estamos dependiendo de candidaturas apoyadas por Podemos, mientras que en otros la situación está invertida, y somos nosotros los que apoyamos a sus alcaldías. Esta situación nos debe llevar a tener mucha prudencia y realismo para establecer una relación de confianza con estas candidaturas que nos permita ofrecer una opción positiva de futuro a los ciudadanos. No es tarea fácil esta relación de mutua confianza, pues los antecedentes son de enfrentamiento y el esfuerzo de acercamiento que unos y otros tenemos que realizar, es muy posible que en muchos casos sea complicado.
Hay dos actuaciones socialistas que me parecen inaceptables, probablemente no sean las únicas. La primera es nuestra actuación en Oviedo, no apoyando a la candidata de unidad popular como respuesta a que sus candidatos en Gijón tampoco habían apoyado al candidato socialista que tenía mejor votación. Afortunadamente, el resultado final de Gijón, alcalde del Foro, no se repitió en Oviedo, gracias al buen sentido de la candidata de Somos Oviedo que al votar al candidato socialista, evitó que el gobierno de la ciudad cayera en manos de la derecha.
La segunda, más cercana y relevante, es el lamentable espectáculo que el PSM ha dado una vez más en Parla. Tras la destitución del anterior alcalde por su presunta implicación en la Púnica, hubo una dura pugna por la alcaldía, que al final consiguió por derecho Beatriz Arceredillo, resistiendo las fuerte presiones del aparato local, que pretendía una solución Lampedusiana y mantenía un férreo control de la asamblea local y del grupo municipal.
En los pocos meses que ha ocupado el puesto, la nueva alcaldesa ha tenido una actuación muy positiva, que ha sido muy bien valorada por la ciudadanía, pero el PSM no fue sensible a esos argumentos y propuso una lista y un candidato en la que Beatriz era excluida. Finalmente la alcaldesa se presentó con un partido de nueva creación y a pesar de todas las dificultades, consiguió ser la fuerza más votada de las cuatro de izquierdas que se presentaron en Parla. El PSM local le pasó factura por su "indisciplina", no votándola y permitiendo que la alcaldía acabase en manos del PP.
Hay que esperar que el PSM rectifique lo antes posible y la alcaldía de Parla vuelva a la izquierda y la ocupe la representante de Mover Parla, que se la ha ganado.
Otro Ayuntamiento que finalmente se ha resuelto bien a pesar del PSE, ha sido el de Vitoria donde se le ha quitado al PP un alcalde que había hecho unas declaraciones xenófobas, casi racistas, inadmisibles.
El hecho de que el PSE se echará para atrás del acuerdo inicial de apoyar al PNV, es un elemento negativo pues, posiblemente, ya está llegando el momento de empezar a levantarle la cuarentena a Bildu, que, en estos años, ha tenido un comportamiento correcto en los ayuntamientos. El caso de Vitoria, que no suponía apoyo directo a Bildu sino solo coincidencia en votar al PNV, era una buena ocasión que se ha frustrado por un pretexto menor ocurrido en Andoain.
Quiero terminar, por último, felicitando a dos alcaldes de izquierdas que han conseguido magníficos resultados, uno Abel Caballero en Vigo que ha revalidado la mayoría absoluta y otro, el nuevo alcalde de Zamora, Francisco Guarido de IU, cuyos resultados indican un muy buen trabajo en la legislatura anterior. Estas alcaldías demuestran una vez más, que si las listas las encabezan buenos candidatos, el valor de la "marca" tiene menos peso.
Es bueno ser autocríticos y reconocer los errores proppios para corregirlos. Esperemos que antes de las generales no haya descalificaciones y quede abierta la posibilidad de pactos en la izquierda.
ResponderEliminarBuen detalle el de felicitar a los alcaldes de Zamora y Vigo.
A pesar de todo, las elecciones municipales y autonómicas han fortalecido a Pedro Sánchez.
ResponderEliminarEl PSOE ha perdido votos, pero la izquierda, en general, los ha ganado. Esto ha permitido que se formen muchos ayuntamientos y muchas CCAA gobernadas por fuerzas progresistas.
Ahora a esperar que se haga una buena gestión y en Noviembre haya un Gobierno progresista en España.