Como muchos ciudadanos europeos, sigo con preocupación y también con estupefacción, el proceso de negociación entre Grecia y la Unión Europea que ya se ha convertido en un auténtico culebrón de resultado incierto.
Hasta hace dos semanas, parecía que estábamos asistiendo a la típica negociación europea, larga y tediosa, entre Grecia y el resto de la Unión. El hecho de que el gobierno de Syriza ofreciera una resistencia mucho mayor a plegarse a los dictados de la troika que otros gobiernos anteriores, griegos o de otros países España incluida, le añadía un interés especial y alumbraba la esperanza de que las cosas en Europa pudieran ir más allá de la miseria a la que nos están llevando las políticas de austeridad impulsadas por la troika.
Sin embargo, todo pareció cambiar la pasada semana, el domingo 21 hubo una reunión de jefes de Estado y de Gobierno que acabó con una acuerdo de base al que solo le quedaba ser perfilado en los siguientes días en las reuniones, más técnicas, del Eurogrupo y la troika, que parecían ser de mero trámite. Pero algo falló, y esas supuestas reuniones menores acabaron como el rosario de al aurora con el ministro griego abandonando la reunión y el resto del eurogrupo presentando un ultimatum, aparentemente inaceptable para los griegos.
¿Que paso en ese intervalo de tan solo 24 horas? No hay una respuesta clara a esa pregunta. No se sabe si es un movimiento táctico de los griegos o un intento de la troika de colar gato por liebre y distorsionar los contenidos del acuerdo de principios alcanzado.
La situación es que, a continuación, el gobierno griego convoca un referendum un tanto embarullado en el que piden el "NO" para indicar que no aceptan más recortes mientras que la troika, interviniendo en un referendum que no es el suyo, interpreta, en primera instancia que el "NO" es equivalente a salirse del euro e incluso de la U.Europea, y utilizan la estrategia del miedo para pedir que gane el "SI" y de este modo forzar la dimisión del gobierno de Tsipras.
Aunque hay multiples interpretaciones sobre el significado de cada opción, parece ser que el NO significa:
Hasta hace dos semanas, parecía que estábamos asistiendo a la típica negociación europea, larga y tediosa, entre Grecia y el resto de la Unión. El hecho de que el gobierno de Syriza ofreciera una resistencia mucho mayor a plegarse a los dictados de la troika que otros gobiernos anteriores, griegos o de otros países España incluida, le añadía un interés especial y alumbraba la esperanza de que las cosas en Europa pudieran ir más allá de la miseria a la que nos están llevando las políticas de austeridad impulsadas por la troika.
Sin embargo, todo pareció cambiar la pasada semana, el domingo 21 hubo una reunión de jefes de Estado y de Gobierno que acabó con una acuerdo de base al que solo le quedaba ser perfilado en los siguientes días en las reuniones, más técnicas, del Eurogrupo y la troika, que parecían ser de mero trámite. Pero algo falló, y esas supuestas reuniones menores acabaron como el rosario de al aurora con el ministro griego abandonando la reunión y el resto del eurogrupo presentando un ultimatum, aparentemente inaceptable para los griegos.
¿Que paso en ese intervalo de tan solo 24 horas? No hay una respuesta clara a esa pregunta. No se sabe si es un movimiento táctico de los griegos o un intento de la troika de colar gato por liebre y distorsionar los contenidos del acuerdo de principios alcanzado.
La situación es que, a continuación, el gobierno griego convoca un referendum un tanto embarullado en el que piden el "NO" para indicar que no aceptan más recortes mientras que la troika, interviniendo en un referendum que no es el suyo, interpreta, en primera instancia que el "NO" es equivalente a salirse del euro e incluso de la U.Europea, y utilizan la estrategia del miedo para pedir que gane el "SI" y de este modo forzar la dimisión del gobierno de Tsipras.
Aunque hay multiples interpretaciones sobre el significado de cada opción, parece ser que el NO significa:
- Si a la U.E, Si al Euro y Si a Tsipras,
- Si a la U.E, Si al Euro y No a Tsipras.
En definitiva se trata de apoyar al gobierno de Syriza o a la Troika.
Durante estos días nos hemos hartado de escuchar análisis y opiniones muy sesgados, que parecían más a historias de buenos y malos que análisis políticos clarificadores.
Para unos, los griegos están siendo martirizados por la troika y el capitalismo explotador del norte de Europa, para otros, los griegos merecen ser castigados por gastar más de lo que tienen y pretender no devolver sus deudas.
Hay algunos datos incontrovertibles:
- Durante mucho tiempo Grecia ha presentado cuentas trucadas. El asesoramiento de algunas grandes empresas que ahora tienen algunos de sus antiguos directivos formando parte de la troika, tuvo un papel importante.
- Grecia dispone de unas condiciones de jubilación y prejubilación muy generosas en cuanto a las edades, aunque la cuantía de las pensiones sea más bien escasa.
- La situación fiscal parece ser bastante caótica, en muchas actividades no se pagan impuestos y el dinero negro se mueve a su antojo.
Siendo ciertas estas deficiencias hay que constatar también que las recetas austericidas de la troika han conseguido en cinco años hundir al país en la crisis económica y social y pasar de una deuda del 120% del PIB al 180%, totalmente impagable.
Por tanto, es evidente que Grecia necesita reformas, que nadie niega aunque se discrepe en los ritmos, y también una reestructuración o quita de la deuda como acaba de reconocer incluso el FMI.
Sea cual sea el resultado del referendum, que por otro lado va ser ajustado en un sentido u otro, es necesario negociar con generosidad, aparcar la moralina y aplicar una reestructuración de la deuda que permita a Grecia despegar, como históricamente se hizo con Alemania después de la II guerra mundial, con culpas mucho mayores que las griegas.
Muy lamentable ha sido la actitud de algunos lideres europeos, interviniendo de forma directa para pedir el SI en un referendum que no es el suyo. Sea o no oportuno la convocatoria del referendum, es un derecho del pueblo griego que hay que respetar escrupulosamente.
La actitud del gobierno español ha sido mucho peor que lamentable, de un oportunismo feroz, utilizando la crisis para hacerse autopropaganda y para atacar a Podemos y al PSOE. A Rajoy a De Guindos les importa un pepino lo que pase en Grecia, su sentido europeo es totalmente nulo.
Dado el papel que esta jugando De Guindos en esta crisis ¿Se le puede seguir apoyando como presidente del Eurogrupo? Parece evidente que desde el PSOE no debiéramos apoyar a personajes de esta categoría por muy españoles que sean.