La visita de la delegación
del COI a Madrid para evaluar el estado de las infraestructuras presuntamente
olímpicas, pone en primer plano la reflexión sobre la conveniencia o inconveniencia
de que Madrid albergue unos juegos olímpicos en el año 2020.
En unos Juegos Olímpicos de
verano participan 36 deportes, cada uno de ellos con diferentes categorías. Se
necesitan por tanto locales cerrados y estadios abiertos para cada uno de estos
deportes, algunos de los cuales con muy escasa proyección en nuestro país.
En Madrid, aunque es cierto
que hay bastantes infraestructuras ya construidas, algunas como el recientemente
descubierto por el COI estadio Santiago Bernabéu, es necesario complementar las
que faltan y luego darlas un uso social futuro que las haga rentables. La
Caja Mágica, que se construyo para las olimpiadas anteriores, ha tenido luego un
uso muy limitado y no se sabe que hacer con ella para pagar los gastos que
ocasiona. Si hay juegos se utilizara durante 15 días, suponiendo que no se
deteriore en estos próximos años, y luego se volverá a abandonar, si se sigue
sin encontrar clientes que paguen sus gastos.
Algunas infraestructuras para
ahorrar son auténticamente esperpénticas. Algún genio ha tenido la feliz
idea de
vaciar el estanque del Retiro y construir ahí, se supone que de quita y
pon, un campo de voley playa. A eso le llaman ahorrar porque los 18 millones de
euros (3.000 millones de las antiguas pesetas) que han presupuestado, van a
dejar después de los juegos, y en el mejor de los casos el estanque del
Retiro…. igual que estaba.
¿No sería posible por ese
dinero construir un pabellón, o mejor aún acondicionar alguno ya existente en
cualquier localidad de la periferia? Un deporte de "tan amplio arraigo"
como el voley playa no parece necesario que vaya al centro de Madrid,
con el riesgo añadido de deteriorar un lugar emblemático como el parque del
Retiro.
Otra infraestructura
conflictiva es el canal de remo que pretende construirse en Getafe en el parque
lineal del Manzanares con un "pequeño coste de tan solo 94 M €"
y un consumo de agua inasumible para una zona seca como Madrid. Se han
descartado otras alternativas más naturales como la de Aranjuez seguramente
mucho más barata y menos dañina desde un punto de vista medioambiental. Por
otro lado, dada la enorme afición que tenemos al remo en Madrid, un canal de
con un consumo enorme de agua este canal es un firme candidato en el futuro a
convertirse en un monumento más a la estupidez, y ya tenemos bastantes
en España, aeropuertos sin aviones, autopistas de peajes sin clientes,
edificios singulares sin uso. Parece que las grandes obras faraónicas
siguen siendo una tentación para nuestros dirigentes. incluso cuando presumen
de austeridad
Los grandes acontecimientos
deportivos, culturales o de cualquier otra índole dejan demasiadas veces
huellas del despilfarro y la grandilocuencia de sus promotores. Si se llega a
Zaragoza por ferrocarril se encuentra un telecabina estupendo que va
desde la estación del AVE a ninguna parte. Es la genial idea de alguien
que lo ha construido para la feria del agua celebrada hace pocos años y ahí se
ha quedado después, oxidándose plácidamente pues no había dinero ni para
mantenerlo, ni para desmontarlo. Hay que evitar que en Madrid puedan ocurrir
situaciones similares.
Desde un punto de vista
financiero se está presupuestando un coste de 4.100 M€ con unos ingresos de 2.400M€,
unas
pérdidas previstas ya inicialmente de 1.700 M€, sin contar los "poyaques"
que inevitablemente aparecen en estos eventos. España no está en condiciones de
permitirse estos lujos con unos retornos complicados pues Madrid no
necesita más promoción turística, tiene la que le corresponde por ser la
capital de España y por sus riquezas culturales y muy probablemente los juegos
Olímpicos serían un flash de ocupación hotelera de menos de un mes para volver
luego a la situación habitual, con unos cuantos millones de € menos y algunas
infraestructuras más, probablemente innecesarias.
Desde un punto de vista
deportivo, los participantes del 2020 son hoy los adolescentes en período de
formación deportiva y con los recortes que los deportistas y los
programas deportivos de base están sufriendo, como tantos otros
sectores de la sociedad española, difícilmente vamos a poder preparar una
representación de deportistas adecuada por lo que hay que prever que
los resultados deportivos no serán brillantes, a no ser que consigamos que sean
olímpicos el mus o el tute.
Por último no me resisto a
comentar algunos de los papanatismos que ha traído consigo la visita de tan
ilustres representantes.
Además del peloteo excesivo
del Príncipe, el Presidente del Gobierno y la Alcaldesa de Madrid, que
los han recibido mejor que al Papa, por poner un personaje que en
España se considera el sumun de todo, se han dado situaciones oportunistas y
ridículas.
Se han rasgado las vestiduras
porque los trabajadores del Metro y de los servicios deportivos han convocado
manifestaciones coincidentes con la visita de estos personajillos. ¡Que
desfachatez la de los sindicatos! convocar manifestaciones en estos
momentos, ¿que va a pensar el COI?
Para no quedarse cortos el COI
ha respondido con otra "mamandurria", que diría doña
Esperanza, afirmando que los presupuestos presentados son asumibles porque que
está convencido de que España tiene una situación de estabilidad económica,
obviando, lógicamente pequeños detalles como los seis millones de parados. ¿Que
clase de autoridad económica reconocida en el mundo es el representante del COI
para hacer ese tipo de diagnósticos?
En estas condiciones lo mejor
que nos puede pasar es que los juegos olímpicos se le concedan a otro país que
se encuentre en mejor situación económica y dejar la candidatura de Madrid para
otra ocasión.