Blog de Alfredo20032

Comentarios, desde la izquierda, de la actualidad política y social, con referencias esporádicas a otros temas más o menos relacionados.




01 septiembre 2019

Hoja de ruta del Pacto de Investidura

Acaba un mes de Agosto lleno de especulaciones sobre la investidura de P. Sánchez. Los opinadores profesionales se han pasado todo el mes repitiendo  de forma cansina los mismos argumentos, muchos de ellos de carácter tan general que parecían destinado a niños de párvulos y no a dirigentes políticos, que hay que suponer saben lo que quieren y lo que están haciendo.

Un primer error está en especular solo sobre juicios de intenciones, sin atender a la literalidad de las declaraciones, al considerar, de forma más o menos interesada, que lo que el PSOE oculta es un deseo de forzar nuevas elecciones.

Un segundo error está en dar como indiscutibles planteamientos rígidos del tipo de o se acepta el gobierno de coalición que propone U.P o se va a elecciones, sin considerar las posibles alternativas que sugiere el gobierno. La lógica binario es demasiado simple en estas situaciones políticas.

Partiendo de la base de que el gobierno no trata de engañar a nadie y que, como ha manifestado reiteradamente no quiere elecciones anticipadas sino un gobierno de progreso, y que la opción de elecciones se contempla solo como una posibilidad no deseada, es posible deducir la hoja de ruta que se pretende seguir para cumplir sus objetivos y que, aunque no se ha explicitado,  se ha sugerido en esa referencia genérica que se hace a otras "posibles alternativas".

El gobierno ha empezado por utilizar una estrategia de "achicar los espacios" dejando un tiempo limitado para la negociación, desbaratando así el planteamiento de U.P de mantener una negociación eterna sobre la composición del gobierno, como hizo en julio. U.P. debe tomar una decisión que ya tiene que tener estudiada, aunque mantenga formalmente el farol de exigir un gobierno de coalición como única posibilidad.

El PSOE pretende, en primer lugar priorizar la discusión de un programa de gobierno potente y progresista antes de hablar sobre la composición del futuro gobierno. Para ello, P. Sanchez, acompañado de miembros de su gobierno y de su ejecutiva, ha  mantenido varias reuniones con más de 300 colectivos ciudadanos representantes  de todos los sectores de la sociedad civil. El resultado de esas reuniones se concretará en un documento de 300 medidas que se pretende que sea muy potente y aceptable para cualquier ciudadano progresista. aunque ya se ha anunciado que no está totalmente cerrado y se podrán incorporar algunas modificaciones.

Una vez hecha pública esta propuesta, pues se pretende una negociación transparente, se trasladará a los partidos  susceptibles de apoyar al futuro gobierno: PRC, PNV, Compromis y U.P. para su valoración y aceptación.

Hay que esperar que las negociaciones con PRC, PNV y Compromis, las primeras que se van a realizar, no sean muy complicadas y acaben con resultado positivo.

La negociación con U.P. es el mayor escollo a superar, pero hay una posibilidad de éxito si tenemos en cuenta los cambios, insuficientemente valorados, que ha habido desde la investidura fallida:

  • La propuesta de un documento programático que ha enviado U.P.
  • La ampliación de la Comisión negociadora de U.P., incorporando a nuevas personas de I.U., Barcelona en Comun y Equo a la comisión inicial representada por P. Echenique, que se ha caracterizado por una gran intransigencia, que  ha sido un factor clave en la rigidez de las posiciones de U.P.
Estos cambios en UP son seguramente el resultado de un acuerdo interno, aprobado para defender la unidad de la coalición, que estaba afectada por las posiciones discrepantes de algunos de sus asociados, como IU o Equo, que ya han manifestado su conformidad con un acuerdo programático.

En este escenario parece previsible que se reúnan las comisiones negociadoras de ambos partidos y empiecen  a discutir los programas presentados que, dadas las coincidencias, no deben tener mayores dificultades en ser acordados.

La fase más conflictiva llegará cuando se plantee la composición del nuevo gobierno, UP planteará un gobierno de coalición, que el PSOE ya ha dicho que no aceptará pero, hay que esperar que haga una contra oferta de "gobierno de cooperación", que incluya puestos de responsabilidad para UP. Del acierto que se tenga en el contenido de la propuesta que se haga de este modelo de "coalición ligth", dependerá las posibilidades de que P. Sanchez obtenga la investidura.

Hay otras consideraciones complementarias que hay que tener en cuenta: Las elecciones anticipadas no son buenas para nadie, pero todo indica que los más perjudicados sean U.P. y, dentro de ellos los partidos como IU o Equo asociados a Podemos, . U.P se juega, además su unidad, pues un desacuerdo interno en esta materia puede provocar la fractura de su coalición haya o no elecciones anticipadas.

Como no dispongo de ninguna información privilegiada, soy consciente de que es posible que haya confundido mis deseos con la realidad y me haya inventado un "cuento de la lechera" que no tenga nada que ver con la realidad. La solución la veremos en pocos días.



26 agosto 2019

Gobiernos autonómicos


Despues de un largo proceso que ha durado más de dos meses y medio, se han constituido todos los gobiernos autonómicos.

El resultados de los 13 procesos electorales celebrados, incluido Valencia, ha sido el siguiente:
  • Nueve CC.AA. presididas por el PSOE.
  • Tres CC.AA. presididas por el PP.
  • Cantabria presidida por el  PRC.
De los trece gobiernos autonómicos constituidos, solo tres están formados por un solo partido, el PSOE, en Extremadura y Castilla La Mancha por tener mayoría absoluta y en Asturias porque, aunque no existe tal mayoría, el estatuto permte un gobierno de mayoría simple, que hace inutil la negativa de Podemos a pactar con el PSOE.

Ocho de los diez restantes gobiernos autonómicos están constituidos por coaliciones formadas por PSOE, Podemos y distintos partidos progresistas de caracter regional. En Cantabria gobierna el PRC en coalición con el PSOE y solo en La Rioja, el gobierno progresista que ha sido más dificil de constituir, se ha formado una coalición de PSOE con U. Podemos, que se ha complicado debido a la excesiva ambición de Podemos, que pretendía tener una sobre-representación totalmente desmesurada ara su peso en el Parlamento.

En el ámbito de la derecha, la coalición de los tres partidos PP, Cs y Vox, ha sido a pesar de la resistencia de Ciudadanos más propagandistica que real, también la norma.

La formación del gobierno de Navarra ha sido una de los más polémicos, debido a la pretensión de la derecha de que se le regalase el gobierno de esta comunidad, alegando la supuesta traición, que según ellos, supone el apoyo indirecto de Bildu que se abstuvo en la votación de investidura. Que se rasguen las vestiduras por este relativo apoyo, partidos como PP y Cs que no tienen escrupulos, o solo formales en el caso de Cs, de aceptar los votos de la ultraderecha franquista para acceder a los gobiernos autonómicos es de juzgado de guardia. Pero, más allá del cinismo de la derecha, que a estas alturas sorprende muy poco, conviene reflexionar sobre la evolución que está teniendo la izquierda abertzale en los últimos años.

En Septiembre de 2010, ETA  proclamó  el alto el fuego permanente y revisable y, posteriormente, decidió su disolución formal. A partir de  ese momento, EH Bildu, que tiene más componentes que la antigua Batasuna, ha iniciado un proceso de conversión en un partido homologable de ideología separatista, que avanza poco a poco aunque todavía mantiene algunas contradicciones que llevará su tiempo superar. En estas condiciones seguramente ha llegado el momento de empezar a levantarles la cuarentena que pesa sobre ellos desde 1978. Este poceso de normalización está ya bastante avanzado en Euskadi y Navarra pero quedan excesivas reticencias en el resto del Estado que la derecha no para de alimentar, pues prefieren agitar el espantajo del terrorismo y la unidad de España a contribuir a restablecer la normalidad en Euskadi.

Otra autonomía en la que ha habido dificultades, ha sido la de Madrid en la que la aceptación de la presencia de Vox por parte de Cs ha sido más laboriosa que en otros lugares. En cualquier caso, lo más preocupante del gobierno de Madrid es la poca entidad política de la presidenta popular y del vicepresidente de Cs y la composición del "subgobierno" Popular, formado por algunos de los militantes más reaccionarios del PP madrileño, algunos de ellos antiguos consejeros de Esperanza Aguirre y otros tan significativos como el anterior alcalde de Alcorcón. La formación del gobierno en dos mitades  independientes, una del PP y otra de Cs, es una característica que augura dificultades adicionales para gobernar la Comunidad Madrileña,

Una última reflexión sobre las bondades de los gobiernos de coalición formados, no por un convencimiento de la cudadanía, sino debido a la fragmentación de los resultados electorales. Que el lider de Podemos considere un ejemplo a seguir para el gobierno del Estado, no deja de ser una interpretación interesada que no tiene en cuenta algunos aspectos importantes;

  • En todos los casos las coaliciones formadas tienen mayoría absoluta que permiten gobernar.
  • Por otro lado, las coaliciones que más dificultades han tenido han sido las que solo implican al PSOE  a  U.P, que en Asturias no fue posible y en La Rioja tuvo muchas dificultades.
Seguramente, el modelo de coalición bicéfala del gobierno de Madrid sea un ejemplo a seguir para P. Iglesias, que está proponiendo algo similar para el gobierno del Estado. 


15 agosto 2019

¿Habrá investidura de Pedro Sanchez?

Va pasando el mes de Agosto y la pregunta sobre si habrá o no investidura de Pedro Sánchez (PS) sigue sin respuesta. Una legión de periodistas, politólogos y tertulianos de distinto pelaje, se pasan los días especulando sobre el asunto dando vueltas continuamente a los mismos argumentos, algunos de ellos bastante obvios. Muchos de estos supuestos expertos utilizan el argumento voluntarista y dicen no entender por que los dos protagonistas, PS y Pablo Iglesias (PI) no se sientan a dialogar y se ponen a pan y agua hasta que encuentren una solución, como si el problema estuviera en el tiempo de discusión.

Muchos de los opinantes consideran a PS máximo culpable del fracaso por tener la máxima responsabilidad institucional, como si ser presidente del gobierno le convirtiera en responsable de las tácticas obstruccionistas de otros protagonistas. Sorprendentemente, o quizá no tanto, entre los que  comprenden y apoyan la actitud de PI figuran relevantes figuras del periodismo actual como F. Marhuenda  y algunos  salidos de un pasado tenebroso, como J.M. Carrascal o  L.M. Ansón, todos ellos componentes de la caverna mediática.

Las posiciones del PSOE y de Podemos son tan contrapuestas que es prácticamente imposible llegar a un punto de encuentro equidistante por mucho que durasen las reuniones. El acuerdo, si se produce, tiene que estar basado en la aceptación de uno u otro modelo, aunque luego se complete con algunos elementos complementarios.

En este escenario parece lógico que ceda la posición más débil, que sin duda es la de Podemos por sus malas perspectivas electorales, la descomposición de algunas de sus confluencias y la siempre presente amenaza de una candidatura alternativa encabezada por I.Errejón.

Aunque la lógica indique que Podemos debería acabar cediendo, la capacidad de PI de darse tiros en sus propios pies es infinita, por lo que puede seguir manteniendo su posición y provocar una nueva convocatoria electoral.

Mientras PS se reúne con las asociaciones cívicas y sigue mejorando su programas, PI está ausente y sus peones de brega se limitan a repetir argumentarios pasados de moda en espera de que el "lider supremo" dicte la nueva estrategia a seguir. Hay que esperar que antes de volver a pronunciarse, PI tenga en cuenta las posiciones de algunos de sus socios, como IU, Barcelona en Común o los anticapitalistas andaluces, todos ellos mas partidarios de aceptar una solución a la portuguesa como la que plantea el PSOE.


29 julio 2019

Investidura fallida

La negativa de Unidas Podemos (UP) a apoyar la candidatura de Pedro Sanchez (PS) ha frustrado el segundo intento de investidura. Es la segunda vez en tres años que UP se opone al nombramiento de un gobierno de izquierdas.

A partir del fallo de la investidura, casi todos los profesionales de la opinión mediática se están dedicando, manejando los tópicos habituales, a repartir culpas de forma equidistante entre PSOE y UP,  lo que supone un cierto cambio pues, hasta este momento, la mayoría de culpas recaían en el PSOE, que se negaba al "lógico" acuerdo de coalición que proponía UP. La publicación de las propuestas intercambiadas entre PSOE y UP, puso negro sobre blanco la realidad de la negociación.

En síntesis, el PSOE ha ido modulando sus propuetas sucesivamente, hasta llegar a proponer un gobierno de coalición en el que se cedian a UP tres ministerios y una vicepresidencia. UP, por su parte se ha mantenido desde el principio en una petición de máximos que suponía de facto un intento de construir un segundo gobierno Podemita  incrustrado dentro del gobierno de España.

La renuncia de P.Iglesias a formar parte del gobierno fue un mero movimiento táctico, pues enseguida se constató que el aspirante a virrey del gobierno había sido sustituido por una aspirante a virreina mientras se mantenía el intento de montar el subgobierno troyano, contolando una buena parte de las competencias y de los recursos presupuestarios.

Fracasado el intento de control del gobierno, por otro lado bastante ingenuo pues es poco realista pensar que el PSOE cayera en una trampa de esas características, a UP no le quedaba más alternativa que aceptar la oferta de tres ministerios y una vicepresidencia que le permitiría demostrar su capacidad de gestión, obtener visibilidad y ganar tiempo para recomponer su organización que ha quedado bastante dañada. Lejos de aceptar la propuesta han mantenido su posición, probablemente debido en buena parte a la ambición y la prepotencia de PI y a la rigidez de un equipo negociador que no ha estado a la altura de las circunstancias en ningún momento.

La postura adoptada por UP le está ya empezando a pasar factura dentro de sus propias filas. IU por un lado y el sector anticapitalista, que nunca ha querido una coalición de gobierno, por otro están empezano a plantear la conveniencia de plantear una negociación programática con el PSOE que permita el poyo a P. Sanchez aunque no haya gobierno de coalición.

Si el conjunto de UP aceptara esta tesis, sería posible alcanzar un acuerdo antes del 23 de septiembre aunque, para conseguirlo sería casi imprescindible que UP cambiase su equipo negociador que ha demostrado tener muy poca cintura.

Apesar de sus dificultades esta opción es  casi la única posible para evitar elecciones anticipadas pues la vía de pedir la abstención de PP o Cs que está intentando el gobierno no parece muy posible ni tampoco deseable por la confusión que provoca entre izquierda y derecha y si se trata de un movimiento táctico, creo que  el obetivo de  que la derecha  se vea ante sus contradicciones ya está cumplido. 

Después de la investidura fallida el PSOE ha vuelto a su formula inicial de gobierno a la portuguesa con comisiones de seguimiento. A esta propuesta sugeriría añadir el compromiso de presentar una moción de confianza en el plazo de unos meses o un año. 

Un último comentario sobre algunos aspectos del pleno de investidura. Además del duro enfrentamiento entre  PSOE  y UP hay que destacar en el lado negativo la tabernaria intervención del lider e Cs,  cada día más perdido mientras el PP se comportaba como era de esperara y sin ninguna intención de abstenerse en la investdura.

Hay que destacar tambien la actitud positiva del PNV, PRC y Compromis, que  ya se esperaban, y la de ERC y EH Bildu más inesperada, que tuvieron una intervención muy de izquierdas y de auténticos partidos de  Estado,  criticando a PSOE y UP su incapacidad para llegar a un acuerdo, desperdiciando na oportunidad úmica. Tal vez haya llegado el momento de empezar a retirarles la cuarentena a estos dos partidos independentistas.


20 julio 2019

La investidura de PS más cerca

A pocos días del debate de investidura, la posibilidad de que Pedro Sanchez (PS) sea proclamado presidente del gobierno en el mes de Julio comienza a aclararse, pero todavía quedan algunas dudas. La renuncia de Pablo Iglesias (PIT) a formar parte del gobierno facilita el camino, aunque no lo despeja del todo.

Durante las últimas semanas PIT y sus voceros de cabecera han estado repitiendo, de la forma cansina que suelen utilizar, el mismo argumentario que incluye un menosprecio continuo al PSOE pues, según sus continuas declaraciones, las medidas positivas que se han adoptado en la legislatura que ahora termina, salario mínimo, subida de pensiones etc. se deben exclusivamente a ellos ya que, según repiten continuamente, el PSOE por si mismo no las hubiera adoptado y por ello es imprescindible la presencia de Podemos en el gobierno para vigilar su comportamiento. Estos comentarios han sido soportados estoicamente por P. Sanchez y su gobierno para no complicar más la investidura, hasta que el dirigente podemita tuvo la ocurrencia de calificar de idiotez en la TV la última propuesta del PSOE, la que finalmente han acabado aceptando y convocar una consulta trampa a su "inscritancia".

Esta declaración forzó a PS a salir a la palestra y desvelar algunos detalles de las conversaciones mantenidas por PIT en los que se pone de manifiesto que el principal interés expresado en ellas es la presencia de PIT en el gobierno, por encima de programas y otras nimiedades.

Como conclusión, PS mantuvo su propuesta de gobierno de coalición, lo que debería suponer un motivo de satisfacción a Podemos pero que la presencia de PIT en el gobierno no garantizaba  la coherencia del mismo y se corría el riesgo de que, desde el propio gobierno, se defendieran posiciones políticas distintas, e incluso contradictorias con las  adoptadas por el ejecutivo en temas sensibles como Cataluña.

La  última propuesta  del gobierno provocó las iras de los voceros de guardia de Podemos, todavía con el argumentario anterior, hasta que el "amado Líder" se sacrificó y renunció a su postulación como ministrable.

Como es habitual en PIT, la renuncia tiene unos condicionantes que pueden ser, y espero que así sea, para consumo interno, o un intento de seguir presentando batalla. Los condicionantes son  que no habrá vetos y que él decidirá quienes serán los ministros de Podemos.

En cuanto a los vetos, si pueden clasificarse a sí, no lo son a su figura personal sino a su papel como lider de un partido, que le obliga a mantener sus postulados políticos pero que no es admisible que lo haga como miembro del gobierno de  España. En ese sentido no sería adecuado que tratase de imponer  a miembros de su núcleo duro en el gobierno que pudieran actuar como caballos de Troya alternativos. La segunda condición, tal y como la expresa tampoco es admisible pues el nombramiento de los ministros y el diseño del gobierno corresponden a su presidente por lo que el papel de PIT debería limitarse a proponer y consensuar con PS las carteras que gestionará Podemos y las personas que las ocuparan.

La desconfianza hacia el lider de Podemos no solo la tiene PS, somos muchos los socialistas que, después de analizar su comportamiento en estos años, no tenemos ninguna confianza en él. Espero que después de su entrada de Podemos en el gobierno se pueda restablecer la confianza necesaria.

Podemos debería conformarse con lo que ha ganado, una coalición de gobierno, que es mucho cuando solo se tiene la cuarta parte de los diputados de la izquierda.

La partida ha terminado, PIT se ha hartado de echar órdagos a la grande pero los pares y el juego los tenía PS y son fundamentales para ganar. Unas elecciones anticipadas en Noviembre serían sin duda un fracaso de todos, pero las perspectivas electorales de Podemos, en caída libre, con sus confluencias en descomposición  y con la amenaza de un partido de  Errejón, no son nada favorables.

Es el momento de apoyar la investidura, seleccionar las personas más adecuadas para el gobierno y empezar a demostrar que la izquierda somos capaces de hacer avanzar España. De paso no estaría más que  Podemos cesase los bloqueos esperpénticos que mantiene en la Rioja, Aragón o Navarra.


14 julio 2019

Lideres emergentes

En las elecciones europeas de 2014, surgió con mucha fuerza (8% votos y 5 eurodiputados), Podemos, que se considera a si mismo heredero del movimiento 15M.

En las elecciones generales de 2016, Podemos obtuvo un excelente resultado (21% votos y 71 diputados), hasta el punto que soñaba con hacer el  "sorpasso" al PSOE. Al mismo tiempo emergía una nueva fuerza de carácter nacional en el ámbito del centro derecha, Ciudadanos,  que también obtuvo un resultado notable (13% votos y 32 diputados)

A partir de ese momento Podemos ha ido perdiendo fuerza en las elecciones sucesivas hasta llegar a la situación actual en las que solo tiene  42 diputados, frente a los 123 socialistas. El sorpasso ya es  historia.

Ciudadanos ha ido también creciendo y en las últimas elecciones generales (57 escaños frente a 66 del PP), soñaba también con ser lider de la oposición, adelantado al PP. En el siguiente proceso de municipales, autonómicas y europeas las distancias volvieron a agrandarse. En las últimas encuestas publicadas las perspectivas electorales de Cs también empiezan a bajar.

Estos dos partidos levantaron en su momento muchas esperanzas de regeneración de la vida política para compensar la degradación de la vida política que el largo período de bipartidismo había, supuestamente, contribuido a crear.

Esas medidas regeneracionistas supusieron en sus  primeros años un soplo de aire fresco en nuestra vida pública pero, en los últimos meses y por distintos motivos, ambos partidos emergentes, en vez de medidas regeneracionistas, están  ejerciendo un efecto de parálisis y bloqueo de las instituciones, en el caso de Cs con la inestimable colaboración de un tercer  grupo emergente en el ámbito de la extrema derecha: Vox.

Ambos partidos han sufrido también un deterioro notable en su organización. Podemos ha sufrido la crisis de +Madrid, dirigido por Iñigo Errejón y Manuela Carmena, la pérdida de  los acuerdos con las mareas y la baja por desacuerdo de destacados dirigentes de los primeros años. El deterioro de Cs se debe a su rápida aproximación a la derecha y a la extrema derecha desde las elecciones andaluzas. A la ruptura con Manuel Valls, supuesta figura carismática que iba a contribuir al relanzamiento de Cs, se han unido la baja de destacados cuadros, la critica de muchos militantes como la agrupación de Málaga, y la desobediencia de los concejales de algunos Ayuntamientos que no siguieron la consigna de votar alcaldías populares como mandaba la dirección.

Una cosa que tienen en común ambos partidos emergentes es el autoritarismo, la ambición y la mediocridad de sus máximos dirigentes. 

El autoritarismo es cada día más evidente, no se mueve nada en Cs que no sea aprobado por Rivera. Su núcleo dirigente, más mediocre que él todavía, se limita a repetir los argumentarios correspondientes, con la única aportación diferencial de su portavoz parlamentaria I. Arrimadas que, de vez en cuando, monta una provocación, sea a los nacionalistas catalanes o vascos o al colectivo LGTBI para luego victimizarse amargamente.

La ambición  desmesurada de A. Rivera se puso de manifiesto cuando verbalizó su ridícula aspiración de considerarse lider  de la oposición, aunque sus resultados solo fueron los segundos de la derecha.

En Podemos el autoritarismo se revela en la desaparición progresiva de los cuadros de mayor capacidad, quedando reducido el núcleo dirigente a  leales acólitos empezando por su compañera sentimental que ocupa, con méritos escasos, el puesto de  portavoz parlamentario.

La ambición de P. Iglesias se revela en su determinación por encima de cualquier otra consideración, de ser vicepresidente del gobierno con el objetivo, facilmente deducible, de convertirse en un contrapoder en el gobierno al estilo de M. Salvini en Italia.

Estos dos mediocres dirigentes están consiguiendo bloquear la gobernabilidad del Estado y de  algunas Comunidades Autónomas.

Rivera se ha aproximado peligrosamente a la ultraderecha para conseguir posiciones de gobierno pero se niega a reconocerlo y  se empeña en la ridícula negativa a hacerse fotos o firmar ningún tipo de acuerdos con Vox, obligando al PP a hacer mangas y capirotes para  conseguir que la derecha llegue al gobierno en Madrid  y Murcia.

La ambición desmesurada de Iglesias de ser vicepresidente está bloqueando la investidura de P. Sanchez pues se niega a crear una comisión negociadora, no vaya a ser que se llegue a algún acuerdo.

El último movimiento de P. Iglesias ha sido plantear una consulta a su "inscritancia" con una alternativa muy sesgada con objeto de apuntalar sus ambiciones ministeriales puede dinamitar cualquier posibilidad de acuerdo por la izquierda. El planteamiento de esta consulta es también otra muestra más de autoritarismo pues  en todo este proceso, los aliados de Podemos, IU, Equo, los Comunes catalanes, las mareas gallegas, etc, han sido excluidos y sus dirigentes no han abierto la boca para manifestar su posición.

Es previsible que la votación, a pesar de la oposición de importantes federaciones como Adelante Andalucía, salga en el sentido que quiera Iglesias pero, si solo vota una mínima parte de la "inscritancia", el resultado de la votación pierde mucho valor.

Sorprendentemente se abre la vía, impensable hace muy poco, de poder formar gobierno con la abstención  de una parte de la derecha, tal vez el PP pues Cs está echado al monte lo que podría dar un resultado de investidura muy justo, con los votos  favorables de PSOE, PRC y seguramente Compromis y PNV y las abstenciones de PP, Bildu, ERC, Junts per Cataluña y Coalición Canaria y el voto en contra de Podemos, Ciudadanos y Vox.

En cualquier caso parece imprescindible reformar cuanto antes el art. 99 de  la Constitución que regula la investidura y que permite bloqueos como los que se están produciendo en estos momentos.



06 julio 2019

Investiduras funcionales

Habitualmente, la investidura de un candidato, tanto en el parlamento español, como en los parlamentos autonómicos y ayuntamientos,  se realiza con los votos favorables de sus partidarios y los contrarios de sus oponentes, con algunas abstenciones de otros partidos que apoyan de manera indirecta al  candidato. Últimamente, esta situación está dejando paso a otros modelos más complejos y menos claros.

En 2016 el candidato popular, Mariano Rajoy,  que tenía dificultades en obtener la mayoría para ser investido presidente del gobierno, pidió, y finalmente obtuvo, el apoyo del PSOE para alcanzar la presidencia, argumentando como razón evitar una posible nueva convocatoria electoral. Este atípico apoyo de la gestora socialista, tuvo como consecuencia la renuncia al escaño de Pedro Sanchez, cuya postura popularizada por el lema de "No es No", fue decisiva para su reelección como secretario general del partido.

Esa situación excepcional de 2016, vuelve ahora  con nuevo vigor en la nueva investidura del presidente del gobierno y de los presidentes de algunas comunidades autónomas.

No deja de ser sorprendente la insistencia de P. Sanchez en  pedir la abstención de la derecha. Si el objetivo fuera demostrar que los razonamientos de PP y Cs se invierten según las circunstancias, ya está conseguido, pero se insiste en demasía cuando los aliados naturales, los mismos que apoyaron la moción de censura, pueden constituir una mayoría suficiente. La obstinación de intentar prescindir del apoyo de los nacionalistas catalanes y vascos no es otra cosa que aceptar las tesis de la derecha nacionalista. En relación con los independentistas catalanes el PSOE ha actuado siempre de forma correcta, tendiendo la mano para llegar a un acuerdo, respetando los limites constitucionales, al mismo tiempo que no se dudo en aplicar el articulo 155 cuando se consideró necesario. En relación con Bildu, al que se insiste en mantener en cuarentena, hay que recordar que hace ya diez años que el gobierno socialista de R. Zapatero negoció con los representantes de ETA el fin del terrorismo y que Bildu es mucho más que el sucesor de Herri Batasuna, pues incluye también militantes de Eusko Alkartasuna, escisión del PNV, de Alternatiba, originada en Izquierda Unida y de Aralar que nunca han tenido nada que ver con ETA. El tener los apoyos nacionalistas, aunque sea por la vía de la abstención puede facilitar las acciones posteriores en relación con  la crisis catalana y, en todo caso, si la situación se complicara cuando salga la sentencia, será el momento de adoptar las medidas oportunas. Como dice "el cholo" hay que ir partido a partido.

El problema de la investidura de P. Sanchez como presidente del gobierno no está en los nacionalistas sino en la insistencia de Pablo Iglesias en ser vicepresidente del gobierno, aspiración que está fuera de toda lógica tanto por la diferencia de los resultados electorales como por el riesgo de que el gobierno tenga dos cabezas.

El esquema de "investidura funcional" está siendo utilizado también en algunas autonomías, en este caso con mayorías de derechas, como Murcia y Madrid.

La cínica posición de Cs en relación con Vox, queriendo su apoyo sin aceptar un reconocimiento explicito de la existencia de un acuerdo con el partido ultra, les ha llevado a proponer una abstención del PSOE en los parlamentos de Murcia y Navarra, alegando que de esa manera se evitara la entrada de Vox en los gobiernos. Esa posición, que ya se verá hasta donde llega, ha llevado de momento a rechazar la investidura del candidato del PP en Murcia y a proponer una sesión de investidura sin candidato en Madrid.

Otro intento, en principio fallido, de hacer una investidura funcional, ha tenido lugar en Navarra donde la derecha foralista ha intentado evitar la candidatura del PSN por el procedimiento de rasgarse las vestiduras porque necesita la abstención de Bildu, que tiene una presencia importante de 8 parlamentarios. El PSN ha mantenido su candidatura a pesar de las fuertes  presiones que ha tenido desde Ferraz. Afortunadamente, la percepción de Bildu no es la misma  en Navarra o en Euskadi que en Madrid.

Hay que tener en cuenta que en el parlamento español, entre catalanes y vascos, hay 32 parlamentarios nacionalistas, casi un 10% de la cámara, que no se pueden ignorar sistemáticamente y menos cuando el parlamento está tan fragmentado como el español.