El dictamen, recientemente publicado por el Consejo de Estado (C.E.), sobre la catástrofe del Yak 42, ha traído al primer plano de la actualidad el episodio mas negro de la gestión de Federico Trillo como Ministro de Defensa, en el año 2003.
El nombramiento de Trillo como embajador en Londres, nada más investido Rajoy en 2012, es un ejemplo más de la forma habitual que tiene el presidente Rajoy de premiar a los suyos con una canonjía, cuando ya no puede contar con ellos para el gobierno a causa de su mala gestión anterior, acompañada en muchos casos por mentiras, negligencias, desprecios a la ciudadanía y otros despropósitos que, en algunas ocasiones, pueden incluir hasta presuntos delitos.
El esquema de la embajada de Trillo no es muy diferente al de Wert en la OCDE, al intento fallido de nombrar al ministro a Soria como director del Banco mundial o al nombramiento de Arias Cañete como Comisario Europeo, es el estilo Rajoy de quitarse de en medio a antiguos colaboradores quemados. En ese sentido Trillo es "otro de los suyos".
Pero el caso Trillo es mucho más grave porque su negligencia ha costado la vida de 62 militares que, además, fueron menospreciados en una operación lamentable de identificación de sus restos orientada a sacar el tema de la actualidad lo antes posible.
Han sido necesarios 13 años de reivindicaciones de los familiares y un informe, que probablemente nadie esperaba del C.E., para que este asunto volviera a salir a la luz y haya sido posible una mínima rectificación moral. En ese sentido, hay que reconocer que ha sido muy positivo el cambio de actitud de la nueva Ministra de Defensa recibiendo a los familiares y admitiendo el informe del C.E. Aunque el caso ya está juzgado, quedan todavía algunas aclaraciones importantes sobre la contratación de los 43 vuelos anteriores que tuvieron muchas quejas y sobre las cuentas de los costos de ese viaje en el que faltan 100.000€ pagados por Defensa y no recibidos por la compañía que efectuó el servicio. Estas aclaraciones, que rematarían la rectificación del gobierno, pueden proporcionar indicios penales sobre la contratación de esos vuelos, que permitan reabrir el caso.
Es difícil establecer un criterio general que evite este tipo de nombramientos, pues entra dentro de la lógica política que determinados puestos de responsabilidad nacional o internacional recaigan en políticos que, supuestamente, reúnen las condiciones de idoneidad necesaria, pero, como se ha demostrado en este y en otros casos, la mayoría aunque no todos del Partido Popular, no todos los ex ministros son idóneos para puestos de esta envergadura, algunos deberían pasar directamente al olvido.
El paso previo por una comisión parlamentaria que hiciese una investigación previa podría ser un procedimiento útil aunque dudo que totalmente eficaz.
El cese de Trillo como embajador, no por turno natural sino como sanción, es necesario para compensar moralmente a los familiares afectados. Evitar que vuelva al C.E como funcionario, parece más difícil pues afectaría a sus derechos laborales.
El nombramiento de Trillo como embajador en Londres, nada más investido Rajoy en 2012, es un ejemplo más de la forma habitual que tiene el presidente Rajoy de premiar a los suyos con una canonjía, cuando ya no puede contar con ellos para el gobierno a causa de su mala gestión anterior, acompañada en muchos casos por mentiras, negligencias, desprecios a la ciudadanía y otros despropósitos que, en algunas ocasiones, pueden incluir hasta presuntos delitos.
El esquema de la embajada de Trillo no es muy diferente al de Wert en la OCDE, al intento fallido de nombrar al ministro a Soria como director del Banco mundial o al nombramiento de Arias Cañete como Comisario Europeo, es el estilo Rajoy de quitarse de en medio a antiguos colaboradores quemados. En ese sentido Trillo es "otro de los suyos".
Pero el caso Trillo es mucho más grave porque su negligencia ha costado la vida de 62 militares que, además, fueron menospreciados en una operación lamentable de identificación de sus restos orientada a sacar el tema de la actualidad lo antes posible.
Han sido necesarios 13 años de reivindicaciones de los familiares y un informe, que probablemente nadie esperaba del C.E., para que este asunto volviera a salir a la luz y haya sido posible una mínima rectificación moral. En ese sentido, hay que reconocer que ha sido muy positivo el cambio de actitud de la nueva Ministra de Defensa recibiendo a los familiares y admitiendo el informe del C.E. Aunque el caso ya está juzgado, quedan todavía algunas aclaraciones importantes sobre la contratación de los 43 vuelos anteriores que tuvieron muchas quejas y sobre las cuentas de los costos de ese viaje en el que faltan 100.000€ pagados por Defensa y no recibidos por la compañía que efectuó el servicio. Estas aclaraciones, que rematarían la rectificación del gobierno, pueden proporcionar indicios penales sobre la contratación de esos vuelos, que permitan reabrir el caso.
Es difícil establecer un criterio general que evite este tipo de nombramientos, pues entra dentro de la lógica política que determinados puestos de responsabilidad nacional o internacional recaigan en políticos que, supuestamente, reúnen las condiciones de idoneidad necesaria, pero, como se ha demostrado en este y en otros casos, la mayoría aunque no todos del Partido Popular, no todos los ex ministros son idóneos para puestos de esta envergadura, algunos deberían pasar directamente al olvido.
El paso previo por una comisión parlamentaria que hiciese una investigación previa podría ser un procedimiento útil aunque dudo que totalmente eficaz.
El cese de Trillo como embajador, no por turno natural sino como sanción, es necesario para compensar moralmente a los familiares afectados. Evitar que vuelva al C.E como funcionario, parece más difícil pues afectaría a sus derechos laborales.
El dolor de los 62 militares y de sus familiares ha inundado estos días los medios de comunicación. Es increíble que Trillo haya sido incapaz de pedir perdón.
ResponderEliminar¿A donde fueron a parar esos 100.000 euros? Seguramente a mordidas a mandos militares. Mordidas que costaron muchas vidas. Debería de abrirse una nueva investigación sobre el tema. De momento, el PSOE se está portando bien. Ojalá siga así. Bono ha sido valiente y claro.
Yo soy partidario que se abra una investigación y a los chorizos que se quedaron con el dinero se les sancionen y vayan a la cárcel, es demasiado grave el asunto para quedar sin castigo. Alfonso hace años antes del accidente estando yo con el funcionario haciendo una inspección de radioayudas pasamos al lado de un avión como el que se cayó y tenía las ruedas totalmente gastadas, así estaban esos aviones apenas sin mantenimiento.
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