Desde que se inició el proceso de elecciones primarias socialistas, después del golpe palaciego del primero de octubre que obligó a dimitir a Pedro Sánchez (PS) y el posterior a poyo, via abstención, al gobierno del PP, la Comisión Gestora que mal gobierna el PSOE, no ha hecho otra cosa que poner palos en las ruedas a la candidatura de PS, candidatura que por otra parte, cada vez encuentra más apoyos entre los militantes y votantes socialistas.
Primero fue la amenaza de excluir al PSC del proceso de primarias, apoyándose en la supuesta necesidad de revisar el protocolo existente entre ambos partidos, que no tiene nada que ver con el NO de PSC a Rajoy. Esta amenaza concluyó en la redacción de un nuevo protocolo, que cambia muy poco el anterior pero que ha conseguido el efecto de dejar al PSC fuera de la campaña de apoyo a la candidatura de PS, aunque es fácil concluir que, cuando se convoquen las primarias formalmente, el apoyo a su candidatura será masivo en Cataluña
En paralelo con el ataque al PSC, ha estado el retraso injustificado en la convocatoria del Congreso, aun a riesgo de que el PP pudiera anticipar las elecciones y nos pillase sin dirección ni candidato. El efecto de este retraso, diseñado con la idea de que PS no iba a poder resistir ni política ni económicamente, ha sido justamente el contrario, pues ha dado más tiempo para organizarse y difundir sus ideas.
El lanzamiento prematuro de la candidatura de Patxi López (PL), no está claro si impulsado por la gestora o solo por alguno de sus aliados mediáticos como el Grupo PRISA, que celebró exultante su presentación, está siendo otro elemento que se está volviendo a favor de PS, debido a las contradicciones que tiene esta candidatura y a sus pobres resultados en cuanto a asistencia. Si PL quiere salvar minimamente su imagen y su prestigio, lo mejor que puede hacer, más pronto que tarde, es renunciar en favor de Pedro Sánchez.
La última ocurrencia de tan genial gestora, ha sido intentar parar el proceso de financiación de PS con argumentos autoritarios y falsos, denunciando, con burofax incluido, la supuesta ilegalidad del crownfunding, denuncia que enseguida ha quedado desmentida al salir a la luz algunos informes del Tribunal de Cuentas que alertaban sobre la falta de regulación de estos procedimientos, que por tanto no pueden ser ilegales y de la ilegalidad, ahora si, en que se incurriría si se accediera a revelar a la gestora los datos de los donantes, violando la Ley de protección de datos.
Alguno de los "grandes estrategas" de la gestora, había pronosticado que PS se iba a quedar sin recursos para financiar su campaña después de renunciar a su acta de diputado, como si su candidatura fuera una cruzada personal que tuviera que pagar el solo. Por supuesto seguimos sin saber quien paga los actos de la nueva candidata Susana Diaz, ni los autobuses gratuitos que se están fletando para que sus fieles acudan a sus actos.
El palo más grande que pueden meter en nuestras ruedas está todavía sin cuantificar, pero puede ser de unas dimensiones insospechadas a juzgar por los síntomas que van apareciendo. Se trata del control del censo y de las dificultades que se están teniendo en algunos lugares, y en el proceso telemático de Ferraz, para que muchos votantes no afiliados puedan incorporarse al PSOE.
A punto de formalizarse la convocatoria del Congreso, los problemas que están poniendo los que no se cansan de predicar transparencia y juego limpio y clamar por la unidad del partido, son muy grandes aunque la torpeza con lo que lo están haciendo les quita bastante eficacia.
Termino este artículo coincidiendo con el acto de presentación de la candidata oficial Susana Diaz, que a golpe de autobuses pagados por el partido, está teniendo una asistencia considerable, aunque comparable a la que está teniendo el acto de PS en Valencia, sin tanto apoyo orgánico y mediático y sin la presencia de la vieja guardia al completo, que, sorprendentemente, ni siquiera ha tenido la oportunidad de intervenir.
Como dice PS, nuestro proyecto representa el socialismo del Siglo XXI, mientras que el proyecto de Susana no es más que la continuación de un proyecto antiguo, que tuvo su momento, pero que ya no está vigente y mucho menos con su deterioro actual contagiado con algunos vicios del neoliberalismo imperante, que parece aceptar dándole sólo algunos retoques.
Termino este artículo coincidiendo con el acto de presentación de la candidata oficial Susana Diaz, que a golpe de autobuses pagados por el partido, está teniendo una asistencia considerable, aunque comparable a la que está teniendo el acto de PS en Valencia, sin tanto apoyo orgánico y mediático y sin la presencia de la vieja guardia al completo, que, sorprendentemente, ni siquiera ha tenido la oportunidad de intervenir.
Como dice PS, nuestro proyecto representa el socialismo del Siglo XXI, mientras que el proyecto de Susana no es más que la continuación de un proyecto antiguo, que tuvo su momento, pero que ya no está vigente y mucho menos con su deterioro actual contagiado con algunos vicios del neoliberalismo imperante, que parece aceptar dándole sólo algunos retoques.