Las elecciones primarias del PSOE de Majadahonda, han dado la victoria, por más de 45 votos de diferencia, a la candidatura oficial que apoyaba el actual Secretario General.
Es una mala noticia para los ciudadanos progresistas de nuestro municipio porque el mejor candidato, el que cumplía todos los requisitos para obtener un buen resultado después de años de fracasos sucesivos protagonizados alternativamente por el candidato electo y el actual Secretario General, ha perdido las primarias.
Esta afirmación, podría calificarse de excusas de mal perdedor de los partidarios de una candidatura que no aceptan los resultados de las elecciones primarias, si no fuera por el contexto, tanto Local, como Regional y Federal, en que se han realizado estas primarias.
Contexto Local
Aunque desde la llegada de Pedro Sanchez a la Secretaría General del PSOE han cambiado muchas cosas, quedan todavía muchos "agujeros negros" que corregir, en los que resisten las viejas malas prácticas de lo que puede llamarse "caciquismo 2.0", para diferenciarlo del caciquismo de la restauración borbónica, su antecedente histórico más cercano.
Una fuente accesible como Wikipedia, define al caciquismo en los siguientes términos:
El caciquismo se consolidó en España durante la Restauración (1874-1923). Los caciques se encargaban de controlar los votos de todas las personas con capacidad de voto de su localidad, lo cual era la base de la alternancia política que la Restauración demandaba. Los caciques son personas con poder económico, que cuentan con un séquito (gente que trabaja para él) formado por grupos armados, capaces de intimidar a sus convecinos que saben que si las cosas no transcurren según los deseos del cacique pueden sufrir daños físicos.
El cacique socialista 2.0, limita su actuación al ámbito del partido socialista y su séquito se compone de afiliados que, a cambio de favores políticos de diverso tipo, le apoyan para que consiga imponer a sus candidatos orgánicos y electorales.
Inflar el censo, incluyendo en él a personas de su confianza, que ni viven ni trabajan en Majadahonda y frenar la afiliación de otros compañeros, que no gozan de su confianza, es la herramienta que utilizan estos nuevos caciques 2.0 que nada tiene que ver con la violencia que utilizaban sus antecesores del siglo XIX.
Con este procedimiento, estos "lobbys" internos consiguen convertir las agrupaciones que controlan en cortijos personales, donde hacen y deshacen lo que les parece.
Contexto Federal
La gestión adecuada del censo, es una medida que nuestras autoridades federales deberían adoptar para frenar el funcionamiento de estos comportamientos.
El modelo a seguir es sencillo, lo tenemos en nuestras propias leyes electorales nacionales:
- Exposición del censo.
- La ley electoral prevé una exposición pública del censo durante 8 días a partir del 6º día después de la convocatoria electoral, con un plazo de tres días para reclamaciones.
- El censo del PSOE es un documento secreto, que solo se puede consultar a nivel personal bajo claves. No se expone nunca y no hay plazo de reclamaciones.
- Cierre del censo
- El censo electoral de unas elecciones públicas se cierra el dia 1º del mes anterior al anterior de la cita electoral. Por tanto el plazo máximo sería de dos meses antes de las elecciones.
- El censo de las primarias se cerró el 21 de Mayo, seis meses antes de la celebración de la elección del candidato y nueve de la elección de los miembros de la candidatura, que será en Febrero.
Todas estas restricciones, se amparan en una interpretación abusiva de la Ley de Protección de Datos Personales, que según ellos, imposibilita que los miembros de un partido sepan quienes son sus compañeros de Agrupación.
Si se hubiera seguido el ejemplo de nuestra Ley electoral nacional, todas las limitaciones existentes hubieran podido ser evitadas y los caciques 2.0 no habrían tenido tantas facilidades para manejar su cortijo.
Contexto Regional
Aunque el papel regional en estas elecciones es más limitado, su forma de gestionar los calendarios y su incapacidad para la resolución de los recursos, ha contribuido de forma negativa en este proceso de primarias.
Queda todavía mucho que corregir hasta alcanzar en el PSOE unos procesos electorales internos, a la altura de lo que pedíamos cuando elegimos a P. Sánchez Secretario General.