El resultado de la votación de los militantes socialistas sobre el pacto con Cs no deja lugar a dudas, una más que aceptable participación, superior al 50% y una aceptación de casi el 80% de los votantes no deja lugar a ninguna duda, aunque nunca falta quien mire los resultados con lupa y les encuentre alguna pega.
La base socialista ha aceptado que un pacto transversal de este tipo, con la abstención de Podemos, es la única opción al gobierno del PP, y por otro lado ha consolidado a Pedro Sánchez como un líder con un futuro político importante en España.
El esquema de acuerdo, planteado a tres bandas, PSOE-Podemos-Cs, ha sufrido un "cambio de variable" sobre el diseño inicial y ha acabado teniendo a Cs como socio preferente debido a la lamentable estrategia negociadora de Podemos, llena de prepotencia y desprecios.
El intento de presentar el mismo día en que el Rey encargó a Pedro intentar la investidura, un supuesto gobierno de Podemos, con Iglesias como supervicepresidente y el ninguneo total al candidato propuesto por el Rey, nos llevó a muchos socialistas, y me consta que a muchos ciudadanos, a considerar que un gobierno con estos aliados sería una autentica tortura, con independencia de las coincidencias programáticas que pudieran existir.
A pocos días de la primera investidura, los otros partidos de la izquierda no tienen más opción que intentar sumarse al pacto, antes o después del 5 de Marzo, aportando algunos elementos complementarios y aparcando con la mayor dignidad que puedan, temas como el referendum catalán, el superpresupuesto de casi 100.000€ adicionales y admitiendo la presencia, por otro lado imprescindible, de C´s.
Las primeras declaraciones que ha hecho Podemos, tendiendo supuestamente la mano al PSOE si rectifica, solo pueden considerarse, si realmente quieren pactar, como un último acto propagandístico antes de empezar a hablar en serio.
Podemos estuvo perdiendo el tiempo exigiendo una foto bis a bis con Pedro Sánchez, mientras los pactos avanzaban. Ahora que el pacto está firmado, no puede pretender subirse al tren exigiendo asientos preferentes, que ya están ocupados, tiene que conformarse con ser un actor secundario.
Sorprende más todavía las exigencias de rectificación que pide el gran destructor de IU, el dirigente que dejó a IU con solo xos diputados, que apoyó hasta el final a dos submarinos de Podemos en Madrid y que con su actitud en la federación madrileña de esta organización, dejó al Ayuntamiento y a la Comunidad sin representación política, impidiendo, en este último caso, que haya un gobierno progresista en Madrid. Es IU quien tiene que reflexionar y hacer todo lo posible por no desaparecer, pero algunos de sus dirigentes parece que siguen abducidos por Podemos.
No parece fácil que en estas circunstancias se produzca la investidura de Pedro Sanchez el próximo sábado, pero si se puede esperar que en el período de dos meses adicionales que ahora se inicia, se produzca algún cambio positivo.
Sigue estando activa en el lateral derecho la encuesta sobre posibles pactos de investidura.
Sigue estando activa en el lateral derecho la encuesta sobre posibles pactos de investidura.