Como el mundo es mucho más amplio que Cataluña, conviene de vez en cuando salir del "monotema" que nos ocupa tantas reflexiones en España y pasar a otros asuntos importantes.
En Octubre 1962 se produjo una de las mayores crisis, si no la mayor, de la Guerra Fría, que estuvo a punto de provocar una guerra nuclear entre EE.UU y la URSS.
Tras el fracaso del intento de invasión de Cuba en Bahia de Cochinos, en 1961, Fidel Castro pidió apoyo a Kruschev y la URSS respondió instalando 9 plataformas de misiles de medio alcance (2.000 - 4.000 Km.) apuntando a las costas de Florida.
Cuando los aviones espías norteamericanos U2 detectaron las plataformas, decretaron el bloqueo de la isla para impedir la llegada de los barcos soviéticos, en una acción ilegal pues la operación se produjo en aguas internacionales. El avance de la flota soviética durante aquellos días hizo crecer la tensión progresivamente y el conflicto estuvo a punto de estallar cuando un misil soviético derribó un U2 americano, al parecer por error.
A partir de ese momento se realizaron negociaciones secretas entre Kennedy y Kruschev, que acabaron de forma satisfactoria con la retirada de la flota soviética y el compromiso de desmantelar las misiles de Cuba. EE.UU. a cambio se comprometió a no volver intentar la invasión de Cuba y a desmantelar los misiles de medio alcance que desde Turquía amenazaban el territorio soviético.
A partir de ese momento se realizaron negociaciones secretas entre Kennedy y Kruschev, que acabaron de forma satisfactoria con la retirada de la flota soviética y el compromiso de desmantelar las misiles de Cuba. EE.UU. a cambio se comprometió a no volver intentar la invasión de Cuba y a desmantelar los misiles de medio alcance que desde Turquía amenazaban el territorio soviético.
55 años más tarde, el proceso se repite con actores diferentes, EE.UU. la primera potencia mundial y Corea del Norte, un pequeño y agresivo país, gobernado por un régimen comunista radical de carácter hereditario, que ha sido capaz de dotarse de tecnología nuclear y construir misiles de largo alcance y que ha realizado en los últimos meses varias pruebas atómicas y de lanzamiento de misiles.
Todo indica, que medio siglo después los seres humanos no hemos aprendido nada y el temor a la MAD (Destrucción Mutua Asegurada) que existía en el siglo pasado parece que ha perdido vigencia.
Las características personales de los lideres de estos dos países, el presidente Trump y el "monarca" norcoreano Kim Jong-un, dos personajes viscerales y agresivos de comportamiento imprevisible, no ayudan nada y hacen temer que, finalmente, no actúen con la prudencia que tuvieron en su momento Kennedy y Kruschev. Hay que esperar que las sanciones internacionales que con toda seguridad dictaminará el Consejo de Seguridad de la ONU y la mediación de China, tengan efecto y finalmente la crisis se resuelva de forma pacífica.
Afortunadamente, en nuestro mundo hay también dirigentes positivos que están teniendo un papel extraordinario. El Papa Francisco, que ya jugo un papel importante en el acercamiento entre Cuba y EE.UU. en la época de Obama, actúa a hora de mediador en un conflicto religioso, en el que la mayoría budista esta masacrando a la comunidad musulmana de los Rhoinyás, en un país, Myanmar sorprendentemente presidido por una mujer que tiene el premio Nobel de la Paz.
No hace falta ser creyente para valorar muy positivamente las gestiones en favor de la paz de un lider católico en un conflicto de carácter religioso que afecta a otras religiones.
No hace falta ser creyente para valorar muy positivamente las gestiones en favor de la paz de un lider católico en un conflicto de carácter religioso que afecta a otras religiones.
En la serie Manhattan el protagonista dice: "Esta Bomba acabará, no solo con la guerra con lo japoneses, sino también con todas las guerras". En efecto, con la Bomba Atómica la destrucción mutua está asegurada. Y eso ha evitado muchas guerras convencionales, desde 1945 hasta la actualidad. Esperemos que siga siendo así.
ResponderEliminarAmigo Alfredo,si a todo lo que comentas le añadimos la rotura de equilibrio en la zona de Oriente Medio que el impresentable Presidente de EE.UU Donald Trump está provocando, al reconocer y llevar su embajada a Jerusalén como capital del estado israelí ,en un acto unilateral y en contra de resoluciones de la ONU y posturas de los principales países del Mundo, es como para echarse a pensar dónde estamos y que hemos hecho para merecer esto . Que el Papa y sabios nos protejan.
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