El pasado 15 de junio se eligieron los alcaldes de los más de 8.000 municipios españoles. Sin duda todos los alcaldes nombrados han sido nombrados de forma legal, pues todos han sido elegido por uno de los dos procedimientos existentes: Lista más votada o mayoría absoluta de la corporación, sin embargo se han dado algunos casos en los que la legalidad no coincide con la legitimidad.
No parece ilegitimo llegar a la alcaldía apoyándose en votos de Vox, pues se trata de un partido legal y sus electores tienen los mismos derechos de ser representados que los demás partidos. Colaborar con Vox tiene una interpretación política pues implica asociarse con un partido de ultra-derecha y compartir por tanto sus planteamientos, la ilegitimidad está en aquellos partidos que pactan con Vox, negando al mismo tiempo que lo hacen.
Tampoco es ilegitimo que las derechas pacten la alcaldía de Madrid o que Ada Colau, con los mismos concejales que ERC,, renueve la alcaldía de Barcelona. Son decisiones políticas de carácter democrático que nos parecerán mejor o peor, que pueden revelar una evolución estratégica o ideológica, pero que en ningún caso, traicionan a sus votantes
La ilegitimidad está en no respetar la voluntad de los ciudadanos, interpretándola de forma fraudulenta y comerciando con los resultados como si fueran propiedad privada de los partidos. Si en Palencia los resultados fueron: PSOE 11 concejales: PP 9; Cs 3; Vox 1 y GP 1, puede interpretarse que los palentinos querían un alcalde socialista (fuerza más votada) o un alcalde del PP (segunda fuerza) si consigue los apoyos suficientes, pero no es legítimo elegir un alcalde de Cs que solo obtuvo tres concejales, eso es una burla para la ciudadanía. Esa misma situación se dio en Granada y en Melilla, aquí con el PSOE en vez de con el PP y se ha frustrado por concejales que no han respetado ese "acuerdo comercial", en Huesca y Burgos. Las razones últimas de estos pactos están en cambiar votos en autonomías o presidencias de diputación a cambio de alcaldías en municipios.
Estas maniobras acaban mal con mucha frecuencia, puedo aportar una experiencia personal. En Majadahonda en 1987 en el que formaba parte de la corporación municipal, el resultado electoral fue AP 9, PSOE 7, CDS 4, IU 1. Hubo pacto PSOE-CDS cediendo la alcaldía al CDS. El pacto se rompió y el CDS estuvo enrocado varios meses en la alcaldía, al no ser posible una moción de censura, y el funcionamiento del Ayuntamiento se paralizó. Finalmente el alcalde dimitió y el PP accedió a la alcaldía, hasta ahora. En la siguiente convocatoria el CDS quedó fuera de la corporación.
Otra maniobra diferente, pero igual de ilegitima, ha sido la perpetrada por el peculiar S.G. del PSOE en Castilla la Mancha, pactando alcaldías rotatorias con el Cs en Ciudad Real y Albacete, seguramente trataba de evitar acuerdos con Podemos a los que este personaje tiene cierta alergia. El PP no nos ha querido dejar solos a los socialistas en esta operación y ha pactado alcalde rotatorio con el Cs en Badajoz.
Estos "acuerdos comerciales" aunque, afortunadamente, son muy pocos en el conjunto nacional, son significativos en la medida en que los partidos usurpan la propiedad de los resultados que corresponden a la ciudadanía. El balance de alcaldías en las 200 principales ciudades es coherente con el resultado de las elecciones municipales: El PSOE gobierna en 104 ayuntamientos , 13 más que en 2015, mientras el PP se queda en 40, perdiendo 12, Cs consigue gobernar en 6 ciudades por los acuerdos ilegítimos comentados, cuando en 2015 no tenía ninguna.
Los acuerdos post-electorales tienen sus límites y deben ser coherentes con los votos recibidos de los ciudadanos con los que no es licito comerciar.
No parece ilegitimo llegar a la alcaldía apoyándose en votos de Vox, pues se trata de un partido legal y sus electores tienen los mismos derechos de ser representados que los demás partidos. Colaborar con Vox tiene una interpretación política pues implica asociarse con un partido de ultra-derecha y compartir por tanto sus planteamientos, la ilegitimidad está en aquellos partidos que pactan con Vox, negando al mismo tiempo que lo hacen.
Tampoco es ilegitimo que las derechas pacten la alcaldía de Madrid o que Ada Colau, con los mismos concejales que ERC,, renueve la alcaldía de Barcelona. Son decisiones políticas de carácter democrático que nos parecerán mejor o peor, que pueden revelar una evolución estratégica o ideológica, pero que en ningún caso, traicionan a sus votantes
La ilegitimidad está en no respetar la voluntad de los ciudadanos, interpretándola de forma fraudulenta y comerciando con los resultados como si fueran propiedad privada de los partidos. Si en Palencia los resultados fueron: PSOE 11 concejales: PP 9; Cs 3; Vox 1 y GP 1, puede interpretarse que los palentinos querían un alcalde socialista (fuerza más votada) o un alcalde del PP (segunda fuerza) si consigue los apoyos suficientes, pero no es legítimo elegir un alcalde de Cs que solo obtuvo tres concejales, eso es una burla para la ciudadanía. Esa misma situación se dio en Granada y en Melilla, aquí con el PSOE en vez de con el PP y se ha frustrado por concejales que no han respetado ese "acuerdo comercial", en Huesca y Burgos. Las razones últimas de estos pactos están en cambiar votos en autonomías o presidencias de diputación a cambio de alcaldías en municipios.
Estas maniobras acaban mal con mucha frecuencia, puedo aportar una experiencia personal. En Majadahonda en 1987 en el que formaba parte de la corporación municipal, el resultado electoral fue AP 9, PSOE 7, CDS 4, IU 1. Hubo pacto PSOE-CDS cediendo la alcaldía al CDS. El pacto se rompió y el CDS estuvo enrocado varios meses en la alcaldía, al no ser posible una moción de censura, y el funcionamiento del Ayuntamiento se paralizó. Finalmente el alcalde dimitió y el PP accedió a la alcaldía, hasta ahora. En la siguiente convocatoria el CDS quedó fuera de la corporación.
Otra maniobra diferente, pero igual de ilegitima, ha sido la perpetrada por el peculiar S.G. del PSOE en Castilla la Mancha, pactando alcaldías rotatorias con el Cs en Ciudad Real y Albacete, seguramente trataba de evitar acuerdos con Podemos a los que este personaje tiene cierta alergia. El PP no nos ha querido dejar solos a los socialistas en esta operación y ha pactado alcalde rotatorio con el Cs en Badajoz.
Estos "acuerdos comerciales" aunque, afortunadamente, son muy pocos en el conjunto nacional, son significativos en la medida en que los partidos usurpan la propiedad de los resultados que corresponden a la ciudadanía. El balance de alcaldías en las 200 principales ciudades es coherente con el resultado de las elecciones municipales: El PSOE gobierna en 104 ayuntamientos , 13 más que en 2015, mientras el PP se queda en 40, perdiendo 12, Cs consigue gobernar en 6 ciudades por los acuerdos ilegítimos comentados, cuando en 2015 no tenía ninguna.
Los acuerdos post-electorales tienen sus límites y deben ser coherentes con los votos recibidos de los ciudadanos con los que no es licito comerciar.
Recordemos las elecciones municipales de 1979. Entonces se formaron muchos ayuntamientos con un pacto PSOE-Partido comunista. Dichos ayuntamientos funcionaron muy bien y prepararon a nuestro país para los grandes avances de la década de 1980.
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