Una de las consecuencias mas dolorosas de todas las guerras son los daños a la población civil. Las últimas guerras del siglo XX: Yugoslavia, Irak, Chechenia, Georgia o las que se han librado en el siglo XXI, Siria, y ahora Ucrania se caracterizan por la utilización de armas de alto potencial destructivo que provocan grandes daños en muy poco tiempo. Aunque es difícil juzgar si la guerra de ucrania es mas destructiva que, por ejemplo la de Siria, su desarrollo en Europa nos hace más sensible a ella.
La invasión de Ucrania tiene muchos aspectos, algunos de ellos son los siguientes
Refugiados
En aproximadamente mes y medio se han provocado mas de 4 millones de refugiados y mas de 7 M de desplazamientos internos. En Siria, tras 9 años de guerra, el número de refugiados es de 5,6 millones por lo que la intensidad de refugiados en Ucrania en tan poco tiempo alcanza unas dimensiones únicas.
Afortunadamente, Europa se ha mostrado muy solidaria con los refugiados ucranianos y no tenemos que avergonzarnos de nuestra actitud, muy diferente a la que se tuvo con sirios o afganos. El hecho de la vecindad relativa de Ucrania favorece el acogimiento pero no se puede ocultar que hay un cierto sesgo racista en el acogimiento de estos refugiados si lo comparamos con la vergonzosa actitud europea con los de raza árabe o subsaharianos. Estamos a tiempo de corregir este sesgo otorgando a todos los refugiados las mismas condiciones que a los ucranianos en cuanto a ayudas y derechos.
El papel de la OTAN
El papel positivo que está teniendo la OTAN tiene también su parte negativa: el riesgo de perpetuar la presencia norteamericana en Europa.
La OTAN se creo en 1949, coincidiendo con el origen de la guerra fría y aunque esta terminó en 1991 con la disolución de la URSS, la OTAN ha seguido creciendo en estos años siendo el único paraguas de defensa europeo. El riesgo que supone la agresividad rusa ha impulsado a algunos países de la antigua URSS como la propia Ucrania y Moldavia y Georgia y a algunos otros históricamente neutrales, como Finlandia o Suecia a replantearse su neutralidad.
La alternativa, la construcción de una fuerza de defensa europea, avanza muy lentamente por la dificultad de coordinar de forma efectiva los ejércitos de 27 países aunque en su conjunto existan recursos mas que suficientes.
Los incrementos de los presupuestos militares que se están aprobando en los países de la UE deben servir para ese fin y liberar a Europa de la dependencia militar de EE.UU. La OTAN debería evolucionar prescindiendo de la presencia continua de los norteamericanos en nuestro continente, pero en las circunstancias actuales, no es ni siquiera planteable.
La eficacia de las sanciones económicas
La amenaza de una tercera guerra mundial, y el riesgo de que pudiera ser nuclear, ha dejado como únicas formas de apoyo la ayuda económica y militar a Ucrania y la imposición de sanciones a la Federación Rusa.
Estas acciones que se están realizando de una forma mas contundente que en otras ocasiones, están teniendo efectos sobre la Federación Rusa pero hay un efecto rebote que nos está afectando a los europeos y al resto del mundo.
La subida de precios del gas y el petróleo es la causa principal de una inflación desconocida en Europa en las últimas décadas, la reducción de las importaciones de cereales de Rusia y Ucrania está también teniendo un peso importante en Europa pero mas acusado en países africanos que no están los cereales que necesitan para su dieta y vuelven a producirse situaciones de hambruna en unas regiones ya muy afectadas por la COVID.
Crímenes de guerra
La liberación de algunas poblaciones antes ocupadas por los rusos como Bucha en las cercanías de Kiev, han revelado la existencia de muchos ciudadanos ejecutados y torturados por las tropas rusas y muchas mujeres violadas. Estas atrocidades que se están descubriendo también en otras poblaciones se unen a los bombardeos sobre objetivos civiles: viviendas, colegios, hospitales. Todo ello constituye sin duda un conjunto de crímenes de guerra que ya están siendo investigados y denunciados ante los tribunales internacionales de justicia.
El hecho de que, lamentablemente, estos actos criminales no sean una excepción pues se han realizado también actos equivalentes en otros conflictos recientes, no es un argumento que los pueda justificar y deben ser denunciados sistemáticamente, aunque las posibilidades de que sean finalmente juzgados no sean demasiadas.
Rusia es el país agresor, al igual que lo fue Hitler en 1939 al atacar a Polonia. Ucrania puede movilizar a un millón de soldados. Si están bien armados por la OTAN es posible que puedan resistir a las tropas de Putin.
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