La prácticamente segura formación de un gobierno progresista encabezado por P. Sanchez, constituido por PSOE y U. Podemos y apoyado por el resto de la izquierda española, ha puesto de los nervios a todos los partidos de derechas que se dedican a disparar contra todo lo que se mueve para intentar evitar que se forme ese gobierno.
La sentencia del TJUE ha dado oportunidad al PSOE de encontrar una salida a la situación de O. Junqueras. Las alegaciones de la Abogacía del Estado (AE), que ERC identifica con la posición del gobierno, es un elemento clave para favorecer la abstención de los nacionalistas. La AE es un órgano de la Administración General del Estado, dependiente por tanto, siempre sujeto a los criterios jurídicos del cuerpo, de la posición del gobierno, que debe orientarse a favorecer los intereses del Estado.
La AE ha sido el primer objetivo de la derecha intentando presentar a este cuerpo como poder judicial inmaculado no sujeto más que a su divino criterio. La derecha intenta influir de este modo sobre la AE invirtiendo el argumento, considerando que es el pérfido Sánchez quien quiere instrumentarlos.
Como complemento a la ofensiva contra la AE, se aprovecha cualquier circunstancia para atacar ferozmente al gobierno, recuperando las formas demagogias de Aznar contra F. Gonzalez.
Todo vale:
- La descalificación sistemática de ERC llamándolos "los que quieren destruir España", y de Podemos que ya son solo comunistas populistas.
- Las referencias fuera de lugar a los amigos de ETA
- Las críticas desaforadas a temas como el retraso - mínimo- en la actualización de las pensiones o del SMI que un gobierno en funciones no puede hacer.
- Las críticas furibundas a cualquier decisión de carácter administrativo como el retraso en explicar unas negociaciones no terminadas todavía.
- La apelación al apoyo de los sectores socialistas críticos con socialista, los paleosocialistas de Aragón y Castilla la Mancha.
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Es evidente que el tiempo excesivamente largo en presentar las alegaciones de la AE y en culminar las negociaciones con ERC, está siendo aprovechado a tope por los partidos de derechas para desgastar a un gobierno, que estando en funciones, tiene poca capacidad de reacción aunque, el dar sistemáticamente la callada por respuesta, no parece tampoco el mejor método de responder.
PP y Cs están mostrando su poca responsabilidad y su falta de alternativas, echándose la pelota el uno al otro con propuestas curiosas para evitar el malvado a poyo de ERC: EL PP propone que apoye Cs y Navarra Unida mientras que Cs ofrece una mayoría de 221 diputados, que son casi todos del PP. Luego está la letra pequeña de esos supuestos apoyos que no serían gratis en ningún momento. En este contexto VOX, seguramente más inteligente, se mantiene al margen con tan solo apariciones puntuales.
Es necesario cambiar la forma de investir al presidente del gobierno para evitar estas peticiones, en mi opinión contra natura, de que sea la oposición quien complete los apoyos necesarios. Ni fue adecuado cuando el PSOE apoyó a Rajoy ni lo es ahora en sentido contrario. No hay que olvidar que el apoyo a Rajoy se produjo en medio de una batalla interna del PSOE, que la gestora que dirigía entonces el partido aprovechó para forzar la salida de P. Sanchez.
Espero que la AE emita un dictamen en linea con la sentencia del TJUE que permita constituir un gobierno a la mayor brevedad posible, y salir cuanto antes de esta lamentable situación, aunque, por lo que se está viendo, la legislatura se presenta muy bronca.