El uso del término corralito
para describir las restricciones que en situaciones de crisis hacen los
gobiernos con los ahorros de los ciudadanos, se acuñó en Argentina en diciembre
de 2001, para definir las limitaciones que se impusieron a los ciudadanos
argentinos para evitar que pudieran disponer libremente de sus ahorros.
El Parlamento de Chipre y las instituciones europeas deben echar atrás esta confiscación de fondos a los ciudadanos chipriotas o conseguirán que todos los europeos volvamos a guardar los ahorros debajo del colchón. La posibilidad que parece se abre a última hora, de que se modifique el planteamiento y se de marcha atrás en la quita debe hacerse realidad si KLa Unión Europea quiere seguir manteniendo un mínimo de credibilidad.
Desde el corralito de la Argentina de
2.001 hasta el que se ha propuesto ahora, en 2013, para Chipre, hay una
evolución notable y negativa.
En diciembre de 2001 se publicó en
Argentina el llamado decreto de intangibles con el que, para
evitar la creciente fuga de capitales que se daba en aquellos años, se
bloquearon los fondos que los ciudadanos tenían depositados en los bancos
tanto en pesos como en dólares norteamericanos.
Los fondos no fueron por tanto confiscados
sino simplemente retenidos, aunque la obligatoria conversión de dólares
a pesos, y la posterior devaluación de esta moneda, produjo grandes pérdidas a
muchos ciudadanos que creyeron que tener sus ahorros en dólares era más seguro.
En la España de 2009, la venta
indiscriminada de participaciones preferentes fue más una estafa que un
corralito. Se ofrecieron participaciones preferentes, con muy poca
liquidez y, supuestamente, alta rentabilidad a todo tipo de ahorradores,
especialmente a los que tenían menos conocimientos económicos y compraban los
productos financieros que les recomendaban sus agentes bancarios de toda
la vida, a los que tenían confianza.
Lamentablemente, una vez descubierta la
estafa, la Unión Europea está haciendo todo lo posible para que no se
considere como tal, pues de otro modo la cuenta del rescate de las Cajas
españolas se incrementaría para los países de la Unión.
Si la venta de preferentes en España fue
una estafa, de la que se pudieron escapar solo los más desconfiados
o los que tenían más conocimientos económicos, la quita de Chipre de un
alto porcentaje de los depósitos es simplemente un atraco a mano armada, del
que no hay forma de escaparse y una vez más, la Unión Europea favorece
la operación aunque a última hora parecen que todos miran para otro lado queriendo
echarle la culpa al “empedrao.”
Los bancos tienen un papel fundamental en
la sociedad del siglo XXI, pero la barra libre que han tenido y la capacidad de
extender la mano para que paguen otros, los ciudadanos, cuando tienen
problemas, no puede seguir por más tiempo.
El Parlamento de Chipre y las instituciones europeas deben echar atrás esta confiscación de fondos a los ciudadanos chipriotas o conseguirán que todos los europeos volvamos a guardar los ahorros debajo del colchón. La posibilidad que parece se abre a última hora, de que se modifique el planteamiento y se de marcha atrás en la quita debe hacerse realidad si KLa Unión Europea quiere seguir manteniendo un mínimo de credibilidad.
El atraco a los ciudadanos de Chipre sería un precedente nefasto que podría crear
el pánico en todos los países de la Unión.
Europa, cuyos tribunales acaban de dictar
una sentencia muy positiva en contar de los abusos de la Ley Hipotecaria
española, vuelve a dar otra de arena con la aprobación del paquete de rescate a
Chipre. Un rescate que más parece una soga al cuello para sus ciudadanos.
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