La crítica situación política que está viviendo el PSOE, después del golpe de mano del uno de Octubre que acabó con la dimisión de Pedro Sánchez, está poniendo en cuestión algunos elementos clave del funcionamiento diario del partido.
Hasta el C.F. de Octubre, el PSOE defendió con fuerza la negativa a apoyar la investidura de M. Rajoy, pero la "nueva dirección", por llamarla de alguna manera, está cambiando de opinión de manera vergonzante sin que ni siquiera nadie se atreva a ponerle el cascabel al gato aunque, eso si, con amenazas de grandes males si no le damos el gobierno al PP.
Demás de los militantes de base, que están pensando en muchos casos en dejar la militancia si no se produce una rectificación, uno de los colectivos que está ofreciendo mayor resistencia es el Grupo Parlamentario Socialista del Congreso (GPS), con Pedro Sánchez a la cabeza y el PSC como abanderado, que después de haber defendido con mucha fuerza el No a Rajoy, no se ven absteniéndose para que gobierne, a estos se les amenaza con medidas disciplinarias si no cumplen la disciplina de voto que indica el reglamento del GPS.
Pero ¿Que es la disciplina de voto?
Es una norma incluido en el reglamento interno del GPS, y también de otros grupos, que obliga a votar a todos los parlamentarios en el sentido que indica la dirección del grupo, con objeto de mantener la unidad de actuación. No se trata de una norma de primer nivel, pues la Constitución incluye dos artículos que van en un sentido si no contrario, al menos diferente:
- Artículo 67 "los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo"
- Articulo 79 "el voto de senadores y diputados es personal e indelegable".
En consecuencia, los reglamentos de los grupos parlamentarios son normas de rango menor que algunos dirigentes de la nueva dirección provisional del PSOE pretender sacralizar y elevar a la categoría de dogma de fe.
Existe entre los politólogos un cierto debate sobre la conveniencia de dar mayor libertad de voto a los cargos públicos, en el que no tengo intención de intervenir. La disciplina parlamentaria es una herramienta útil y necesaria para que, en condiciones normales, pueda perfilarse con claridad la posición política del partido, pero en estos momentos, en los que una imprudente y desleal maniobra palaciega ha descabezado al partido y ha enfrentado a una buena parte de la dirección con el conjunto de los militantes, no puede considerarse que estemos en condiciones normales.
Después del daño que han hecho, el sector más talibán de estos "dirigentes" pretende utilizar la disciplina de voto como arma arrojadiza para seguir castigando a los diputados que han osado seguir a su S.G. y, de paso, a la inmensa mayoría de los afiliados al PSOE.
Un poco de prudencia, respetad las posiciones de los diputados partidarios del No y dejad de atacar al partido, que vais a acabar destrozándolo sin remedio.
La disciplina de voto es un problema menor que no debe servir para atizar más el fuego interno.
Estamos cerca de la sesión de investidura , para elegir presidente del gobierno futuro . Los diputados del PSOE ,vistas las circustancias que concurren en esta elección , deberían votar libremente según su conciencia y saber .El resultado revelaría las distintas opciones queridas por la militancia , simpatizantes y votantes , lo que podría minorar el desánimo y cabreo que
ResponderEliminarsienten en estos momentos .
Comunidades Autónomas con singularidades propias y muestras claras de la intención del voto de sus ciudadanos/as , deben tener la oportunidad de decir no al Sr.Rajoy, para evitar en el futuro un desastre anunciado .