Una vez celebrados, después de un tortuoso proceso, los dos debates programados entre los lideres de los cuatro partidos de implantación nacional, después que la JEC excluyera la presencia de VOX, llega el momento de analizar su resultado.
Dado el despliegue mediático que han hecho las televisiones, especialmente el grupo A3media, que han tratado a su debate como el acontecimiento del siglo, no debería quedar mucho espacio para análisis posteriores. Sin embargo, como los analistas habituales se repiten más que la cebolla y suelen utilizar gran parte de su tiempo en temas secundarios como los gestos, las formas, la vestimenta, o el magnifico papel de sus estrellas televisivas, mucho más importantes sin duda que los dirigentes políticos, queda algo de espacio para otros comentarios.
Realmente, el debate para la presidencia del gobierno fue solo a tres, pues el cuarto participante, P. Iglesias, renuncio de forma implícita a la presidencia y basó toda su intervención en reivindicar su papel de socio necesario en un futuro gobierno de izquierdas con el PSOE.
En ese sentido, puso el foco en explicar sus actuaciones más relevantes como aliado del anterior gobierno, criticó las iniciativas que hizo UP, que a su juicio no fueron atendidas suficientemente, en temas como vivienda, impuesto a la banca, puertas giratorias, coste de la luz etc. Dado su carácter de no candidato real, fue poco atacado por las derechas y pudo hacer su intervención con cierta tranquilidad. Consiguió que el presidente del gobierno reconociera la imposibilidad de un futuro acuerdo con Cs.
Pedro Sanchez juega con la ventaja de ser presidente del gobierno y liderar con diferencia todas las encuestas. En ese sentido puso en valor los avances conseguidos en estos 10 meses de gobierno y manifestó su intención de seguir por el mismo camino en la siguiente legislatura.
Rebatió con firmeza las criticas, plagadas de demagogia y de falsedades, de la derecha poniendo de manifiesto el continuo bloqueo que ha sufrido y que le ha impedido avanzar mas en algunos aspectos.
Dejó claro por enésima vez que no ha habido ninguna negociación con los independentistas catalanes en relación con el referéndum y la autodeterminación, ni la habrá en el futuro, aunque reiteró la necesidad de seguir dialogando con los nacionalistas catalanes.
Resistió las presiones para que se negara a un futuro indulto después del juicio del procés, manteniendo su derecho a tomar la decisión que proceda cuando llegue el momento. El derecho de gracia es una potestad del poder ejecutivo que debe esperar para ponerse o no en marcha al final de los procesos judiciales.
Manifestó su intención de obtener una mayoría suficiente para formar un gobierno socialista, apoyado por otros grupos parlamentarios con los que pueda compartir objetivos entre los que es prácticamente imposible que este el partido Cs. En cualquier caso los resultados electorales configuraran los posibles pactos.
Los partidos de derechas PP y Cs intentaron compatibilizar sus ataques al PSOE con su disputa interna sobre el liderazgo de la derecha. En el primer debate P. Casado evitó atacar a Cs pero, dada la agresividad un tanto barriobajera de A. Rivera, en el segundo, le respondió con contundencia.
En cuanto a contenidos programáticos nada nuevo, las derechas defendieron sus posiciones ya conocidas en temas económicos y sociales, atacaron a Cataluña y los catalanes como si fueran el enemigo a batir y volvieron a hacerse un lío con los temas relativos a la mujer, especialmente en sus análisis sobre violencia de genero, cada vez más próximas a las tesis de VOX.
El 28 de abril los ciudadanos nos enfrentamos a la disyuntiva de un gobierno socialista, apoyado por formaciones progresistas, frente a una vuelta atrás de un gobierno muy de derechas de PP, Cs y VOX.
La derecha tiene también un objetivo secundario, que es cosa suya, clarificar si el PP sigue siendo el partido dominante de la derecha o Cs es capaz de sobrepasarlo. P. Casado se juega también su futuro como lider. En Andalucía, con un pésimo resultado, le salvó la campana, si en las elecciones generales no levanta cabeza, es muy probable que el PP empiece a buscar un nuevo lider.
Aunque los debates fueron un importante escaparate que permitió comparar las propuestas electorales de los cuatro partidos principales, difícilmente van a ser determinantes para modificar el sentido del voto de los ciudadanos. Mas que los debates, la ciudadanía tendrá en cuenta, a la hora de votar, su valoración de la actitud de cada uno de los partidos en los 10 meses de gobierno, la moción de censura y la etapa anterior de gobierno de Rajoy.
Bien después de que Garrido haya traicionado a su pp, creo que es una venganza por lo mal que se han comportado con él.., que le queda al de Palencia...? le veo mal y más si su consejero es el Asnar..,vaya cara que pone en los mítines, cara de mierdoso amenazante y de una estupidez infinita, pobre Pablo.
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