Los resultados electorales han sido, en linea con las encuestas, los esperados aunque con una rotundidad mayor.
En Euskadi se ha producido un triunfo del PNV, mayor que el esperado y unos resultados de EH Bildu también muy elevados, el PSE ha mantenido sus posiciones ligeramente al alza, mientras que U.Podemos ha perdido la mitad de su representación.
El PP se ha quedado bajo mínimos y además, en una genial operación de su lamentable lider, ha tenido que compartir sus 6 escaños con Ciudadanos que consigue por este procedimiento aunque sea por la puerta trasera, acceder por primera vez al parlamento vasco con dos escaños. VOX, con una triple carambola derivada de la ley electoral vasca y de la abstención consigue un escaño por Alava, con solo 4.000 votos.
El gobierno PNV-PSOE, que con toda probabilidad se volverá a formar, conseguiría en esta ocasión mayoría absoluta lo que dará mayor tranquilidad en Euskadi y más garantías en Madrid.
En cuanto a Galicia, la victoria de Nuñez Feijoó ha sido más contundente de lo que se esperaba. El Bloque se ha disparado y ha recogido todos los votos de las mareas, que se han quedado fuera del parlamento, lo mismo que Cs y VOX.
Si consideramos a Feijoó un galleguista moderado, se podría establecer ciero paralelismo entre ambos resultados:
- Triunfo del nacionalismo moderado.
- Avance importante de los nacionalismos radicales de izquierda
- Mantenimiento del PSOE
- Caída importante de Unidas Podemos
- Hundimiento de la derecha y la ultraderecha españolista.
Los triunfos de Urqullu y Feijoó, mas contundentes que lo esperado se deben a la gestión realizada en la legislatura anterior, pus, seguramente son los dos presidentes más efectivos de los 17 existentes entre los que lamentablemente abundan muchas mediocridades.
Loa nacionalistas radicales han conseguido buenos resultados con un discurso sólido y atractivo para muchos sectores de la población, y unos liderazgos potentes.
El PSOE ha capitalizado su buena gestión en Madrid pero sus dos lideres regionales no son demasiado atractivos.
En Galicia, la personalidad y el galleguismo de Feijoó compensa la nefasta gestión nacional de P. Casado.
Con estos resultados, el presidente gallego se convierte en una reserva espiritual del PP, disponible para el momento en que Casado se de el batacazo final, probablemente en Cataluña. En Euskadi se ha visto con claridad la marginalidad del PP en muchos territorios.
En cuanto a Unidas Podemos, paga en Galicia la falta de consolidación de su "confluencia" gallega, que se ha presentado dividida a las elecciones.
La contradicción entre estar en el gobierno mientras se mantiene un discurso radical ha empujado a muchos antiguos electores de Podemos a votar a los partidos realmente radicales, BNG o BILDU.
Las perspectivas en Cataluña, si finalmente se convocan las elecciones, son bastante más confusas por el barullo existente entre el procés, la mala gestión de la pandemia y la errática gestión del dúo Torra - Puigdemont.
Además de la fractura entre ERC y JxCAT, el independentismo de derechas aparece dividido entre los partidarios de Pugdemont y el núcleo del PDCAT, con el añadido de Marta Pascal, antigua coordinadora del PDCAT que ha montado un nuevo partido o los miembros de la antigua UDC que también puede jugar un papel en las próximas elecciones.
Ciudadanos y el PP tienen que decidir después del fracaso en Euskadi, si van a concurrir en coalición, o iran cada uno por su cruenta. Cs tiene, además, la amenaza de Manuel Valls que podría también presentarse.
La confluencia Catalana de Podemos, Barcelona en común, IU y otros grupos, tiene también que resolver sus problemas internos y decidir si mantienen la coalición o van cada uno por su lado.
La complejidad de Cataluña se completa con dos outsiders de diferentes características: La CUP que esta contribuyendo en la actual legislatura a aumentar el barullo catalán y VOX que podría entrar en el parlamente para incrementar el ruido de la derecha.
Como únicos partidos libres de conflictos solo quedan ERC y el PSC que, si los resultados lo permiten, podrían formar gobierno con los Comunes y sacar a Cataluña de la penosa situación a la que la ha llevado el gobierno de Torra.
Estaría bien en Cataluña un Gobierno ERC, PSOE y los Comunes. Las cifras pueden dar, quizá.
ResponderEliminar