La elección de Pablo Casado como nuevo presidente del Partido Popular, tras la caída de M.Rajoy en la moción de censura, dibuja un panorama político en España con más diferencias de las que se podían pensar antes de esta elección.
Las previsiones apuntaban a que el PP iba a continuar, con Soraya S. de Santamaría, la linea política del gobierno anterior, sin embargo la caída de la que, de alguna manera, fue el cerebro gris del gobierno de Rajoy, deja paso, dando una vuelta atrás a un PP con tintes Aznaristas con posiciones más radicales, ya se verá hasta que punto. En todo caso algunas declaraciones de P. Casado, los apoyos recibidos y la lista de sus colaboradores más directos, auguran ese retroceso.
La derecha española se perfila como una pugna por las posiciones más reaccionarias entre un PP que vuelve atrás y unos Cs que ya llevan meses disputando este espacio, ambos partidos están ahora dirigidos por dos lideres muy similares entre si, una especie de "Hernandez y Fernandez" de la derecha española, que se disputaran la palabra para decir las mismas o parecidas cosas.
El Congreso del PP ha pasado de puntillas sobre el problema más grave que han tenido en los últimos años: la corrupción. Ni una palabra sobre ella aunque la perdida del gobierno central, y la más que previsible pérdida de grandes ayuntamientos y CC.AA. que se producirá en las próximas elecciones, será seguramente la mejor medicina contra la corrupción.
No se puede olvidar que el nuevo presidente popular tiene una investigación pendiente sobre su titulo universitario y su master express concediido por el mismo instituto que se lo otorgó a Cristina Cifuentes. Veremos como gestiona Ciudadanos este autentico talón de Aquiles de P. Casado, en su cruzada contra la corrupción, que ha sido su mejor contribución política en estos años.
Eclipsado por las luces brillantes del congreso del PP, se ha celebrado también este fin de semana el congreso del PDCAT, que ha acabado con la caída del sector moderado encabezado por Marta Pascal y la victoria del sectarismo independentista de Puigdemont. Este resultado puede tener importantes consecuencias en el govern catalán, radicalizando aun más sus posiciones, y también en el gobierno del Estado pues los apoyos que hasta ahora ha prestado el grupo catalán al gobierno de Pedro Sanchez, se van a condicionar mucho más.
En estas condiciones, el escenario político que se abre para el próximo otoño es bastante complejo. Si el PDCAT retira su apoyo al gobierno, su mantenimiento va ser muy difícil y quizá haya que plantearse, ante la imposibilidad de gobernar, adelantar las elecciones generales.
Aunque los resultados de los congresos del PP y del PDCAT puedan favorecer electoralmente al PSOE, para el conjunto del país suponen un fuerte retroceso a posiciones más reaccionarias y más intransigentes.
Son una mala noticia para España
Las previsiones apuntaban a que el PP iba a continuar, con Soraya S. de Santamaría, la linea política del gobierno anterior, sin embargo la caída de la que, de alguna manera, fue el cerebro gris del gobierno de Rajoy, deja paso, dando una vuelta atrás a un PP con tintes Aznaristas con posiciones más radicales, ya se verá hasta que punto. En todo caso algunas declaraciones de P. Casado, los apoyos recibidos y la lista de sus colaboradores más directos, auguran ese retroceso.
La derecha española se perfila como una pugna por las posiciones más reaccionarias entre un PP que vuelve atrás y unos Cs que ya llevan meses disputando este espacio, ambos partidos están ahora dirigidos por dos lideres muy similares entre si, una especie de "Hernandez y Fernandez" de la derecha española, que se disputaran la palabra para decir las mismas o parecidas cosas.
El Congreso del PP ha pasado de puntillas sobre el problema más grave que han tenido en los últimos años: la corrupción. Ni una palabra sobre ella aunque la perdida del gobierno central, y la más que previsible pérdida de grandes ayuntamientos y CC.AA. que se producirá en las próximas elecciones, será seguramente la mejor medicina contra la corrupción.
No se puede olvidar que el nuevo presidente popular tiene una investigación pendiente sobre su titulo universitario y su master express concediido por el mismo instituto que se lo otorgó a Cristina Cifuentes. Veremos como gestiona Ciudadanos este autentico talón de Aquiles de P. Casado, en su cruzada contra la corrupción, que ha sido su mejor contribución política en estos años.
Eclipsado por las luces brillantes del congreso del PP, se ha celebrado también este fin de semana el congreso del PDCAT, que ha acabado con la caída del sector moderado encabezado por Marta Pascal y la victoria del sectarismo independentista de Puigdemont. Este resultado puede tener importantes consecuencias en el govern catalán, radicalizando aun más sus posiciones, y también en el gobierno del Estado pues los apoyos que hasta ahora ha prestado el grupo catalán al gobierno de Pedro Sanchez, se van a condicionar mucho más.
En estas condiciones, el escenario político que se abre para el próximo otoño es bastante complejo. Si el PDCAT retira su apoyo al gobierno, su mantenimiento va ser muy difícil y quizá haya que plantearse, ante la imposibilidad de gobernar, adelantar las elecciones generales.
Aunque los resultados de los congresos del PP y del PDCAT puedan favorecer electoralmente al PSOE, para el conjunto del país suponen un fuerte retroceso a posiciones más reaccionarias y más intransigentes.
Son una mala noticia para España