El resultado electoral del 10N y el acuerdo firmado entre PSOE y UP, hace más que previsible que esta vez si sea posible la investidura de Pedro Sanchez, como presidente de un gobierno progresista.
Por un lado, las negociaciones para incorporar a la mayoría a los partidos de carácter territorial, con excepción de los catalanes, van por buen camino.
Por otra parte, las reacciones viscerales de la derecha, proponiendo soluciones imposibles y de relevantes representantes del capital y de algunos "jarrones chinos" socialistas, que van en sentido parecido, son buenos indicadores de que la investidura es posible.
Para completar la operación es imprescindible que se produzca, al menos, la abstención de ERC y/o Ciudadanos. Ninguno de estos apoyos, que tendrían motivaciones distintas, es sencillo, sin embargo, un análisis estructurado de la situación de cada uno de ellos lleva a la conclusión de que en ambos casos es bastante posible.
Como herramienta de análisis he elegido la metodología DAFO que permite considerar de forma estructurada la situación interna de cada entidad (Debilidades y Fortalezas) y los condicionantes externos positivos y negativos (Amenazas y Oportunidades)
El apoyo indirecto mediante la abstención en la investidura de P. Sanchez sería un buen comienzo para que Cs vuelva al Centro liberal que ha abandonado en esta campaña y tenga oportunidad de recuperar su perfil anterior, practicando una oposición constructiva en la próxima legislatura. No lo tiene fácil, pero si no lo hace es muy probable que desaparezca de una forma o de otra.
ERC, junto con el PNV, ha tenido una presencia muy activa en los intentos fallidos de investir a P. Sanchez en la legislatura anterior. Esa actitud ha sido interpretada de forma negativa por una parte del electorado nacionalista y, en consecuencia, ERC ha perdido votos y escaños. Sin embargo el razonamiento puede invertirse, si consideramos que la perdida de apoyos no ha sido mucha y que hay un sector de la ciudadanía nacionalista que no ve con malos ojos el apoyo a un gobierno progresista en España.
La oportunidad que tiene ERC de apoyar mediante la abstención la investidura del S.G. socialista es doble, por un lado contribuye a la gobernabilidad del Estado y a parar el ascenso de las derechas y por otro, pone las bases para construir una alternativa política realista en Cataluña que de una salida al procés.
La condición que pone ERC, y que sin duda ratificaran sus bases, de convocar una mesa política de negociación para Cataluña, tiene que ser compatible con el punto 9 del acuerdo PSOE-UP relativo a "..fomentar el dialogo en Cataluña, buscando formulas de entendimiento y encuentro siempre dentro de la Constitución..."
Si las conversaciones PSOE- ERC tienen éxito y los republicanos resisten las presiones de sus socios nacionalistas, su apoyo a la investidura puede ser una realidad.
El apoyo conjunto de estas dos fuerzas puede parecer una utopía pero la situación política necesita de posturas valientes y si PSOE y UP han podido aparcar sus diferencias, ERC y Ciudadanos también pueden hacerlo.
El apoyo indirecto mediante la abstención en la investidura de P. Sanchez sería un buen comienzo para que Cs vuelva al Centro liberal que ha abandonado en esta campaña y tenga oportunidad de recuperar su perfil anterior, practicando una oposición constructiva en la próxima legislatura. No lo tiene fácil, pero si no lo hace es muy probable que desaparezca de una forma o de otra.
ERC, junto con el PNV, ha tenido una presencia muy activa en los intentos fallidos de investir a P. Sanchez en la legislatura anterior. Esa actitud ha sido interpretada de forma negativa por una parte del electorado nacionalista y, en consecuencia, ERC ha perdido votos y escaños. Sin embargo el razonamiento puede invertirse, si consideramos que la perdida de apoyos no ha sido mucha y que hay un sector de la ciudadanía nacionalista que no ve con malos ojos el apoyo a un gobierno progresista en España.
La oportunidad que tiene ERC de apoyar mediante la abstención la investidura del S.G. socialista es doble, por un lado contribuye a la gobernabilidad del Estado y a parar el ascenso de las derechas y por otro, pone las bases para construir una alternativa política realista en Cataluña que de una salida al procés.
La condición que pone ERC, y que sin duda ratificaran sus bases, de convocar una mesa política de negociación para Cataluña, tiene que ser compatible con el punto 9 del acuerdo PSOE-UP relativo a "..fomentar el dialogo en Cataluña, buscando formulas de entendimiento y encuentro siempre dentro de la Constitución..."
Si las conversaciones PSOE- ERC tienen éxito y los republicanos resisten las presiones de sus socios nacionalistas, su apoyo a la investidura puede ser una realidad.
El apoyo conjunto de estas dos fuerzas puede parecer una utopía pero la situación política necesita de posturas valientes y si PSOE y UP han podido aparcar sus diferencias, ERC y Ciudadanos también pueden hacerlo.