En el congreso del SPD (Partido Socialdemócrata Alemán), celebrado el pasado domingo 28 de Enero se aprobó, con solo el 56% de los votos el preacuerdo de gran coalición con la CDU/CSU de Angela Merkel. El acuerdo final tendrá que ser ratificado por el conjunto de la militancia socialista.
Esta propuesta representa un cambio radical en las propuestas preelectorales del SPD, que había anunciado su negativa a repetir de nuevo el gobierno conjunto con la derecha Demócrata Cristiana.
El origen de este cambio de estrategia está en primer lugar en los resultados de las elecciones generales del pasado mes de Septiembre en las que, tanto el SPD como la CDU, perdieron más de un centenar de diputados (40 y 65 respectivamente) que fueron a parar al Partido de ultraderecha AfD, que con casi 94 diputados entró en el parlamento federal y se convirtió en la tercera fuerza de Alemania. En segundo lugar los intentos de la CDU de llegar a un acuerdo con los partidos menores, Liberales y Verdes, no fructificaron y, por último, en Alemania no hay tradición de gobiernos minoritarios que son más inestables. Siendo Alemania la locomotora de Europa, el acuerdo ha sido recibido con alivio por la Comisión Europea y los principales países de la Unión.
Los sistemas de representación proporcional, como los de Alemania o España, a diferencia de los que tienen sistemas mayoritarios como Francia o El Reino Unido, reflejan con más exactitud en sus parlamentos la tendencia ideológica de la ciudadanía, pero esta circunstancia dificulta en muchas ocasiones la formación de mayorias y, en consecuencia, la estabilidad de los gobiernos.
Entre las dificultades de los gobiernos minoritarios destacan las que tienen para aprobar sus presupuestos y en las Administraciones públicas, lo que no está presupuestado no existe. Como, practicamente cualquier acuerdo político tiene repercusión presupuestaria resulta que los acuerdos que puedan adoptarse pierden su validez sino hay presupuestos.
Como muestra tenemos en España el pacto de Estado contra la violencia de genero, acordado por todos los partidos en el mes de septiembre, que no puede ponerse en marcha hasta que no se aprueben los presupuestos.
Para que se apruebe esta partida presupuestaria consensuada, es necesario aprobar el conjunto de los presupuestos, lo que hasta este momento, no se ha podido hacer porque los posibles socios del PP, Cs y PNV, tienen problemas politicos de diversa indole con el PP.
En otras Administraciones pasan cosas parecidas. En el ultimo pleno del Ayuntamiento de Majadahonda, algunos padres representantes de las AMPAS expusieron los graves problemas de mantenimiento que tienen los ocho colegios públicos de Majadahonda, todos los partidos representados están de acuerdo en que hay que atender de forma urgente esta situación, el gobierno también aceptó esta necesidad, pero entre las posibles dificultades para acometer estas obras de carácter urgente está la no existencia de presupuestos, todavía pendientes de aprobación. Aunque sea evidente que el mal mantenimiento de los centros escolares es un mal endémico en nuestro municipio desde hace muchos años, la falta de presupuestos da al gobierno un pretexto poderoso para no acometer esas obras.
En conclusión, la excesiva dependencia de los presupuestos del apoyo al gobierno impide la rápida aprobación de algunas partidas aunque tengan el apoyo de todos los grupos. Sería necesario buscar formulas que permitieran aprobar este tipo de partidas de forma independiente del resto del presupuesto. No es tarea fácil y seguramente supone dificultades administrativas pero habria que buscar una formula efectiva para conseguirlo.
Los sistemas de representación proporcional, como los de Alemania o España, a diferencia de los que tienen sistemas mayoritarios como Francia o El Reino Unido, reflejan con más exactitud en sus parlamentos la tendencia ideológica de la ciudadanía, pero esta circunstancia dificulta en muchas ocasiones la formación de mayorias y, en consecuencia, la estabilidad de los gobiernos.
Entre las dificultades de los gobiernos minoritarios destacan las que tienen para aprobar sus presupuestos y en las Administraciones públicas, lo que no está presupuestado no existe. Como, practicamente cualquier acuerdo político tiene repercusión presupuestaria resulta que los acuerdos que puedan adoptarse pierden su validez sino hay presupuestos.
Como muestra tenemos en España el pacto de Estado contra la violencia de genero, acordado por todos los partidos en el mes de septiembre, que no puede ponerse en marcha hasta que no se aprueben los presupuestos.
Para que se apruebe esta partida presupuestaria consensuada, es necesario aprobar el conjunto de los presupuestos, lo que hasta este momento, no se ha podido hacer porque los posibles socios del PP, Cs y PNV, tienen problemas politicos de diversa indole con el PP.
En otras Administraciones pasan cosas parecidas. En el ultimo pleno del Ayuntamiento de Majadahonda, algunos padres representantes de las AMPAS expusieron los graves problemas de mantenimiento que tienen los ocho colegios públicos de Majadahonda, todos los partidos representados están de acuerdo en que hay que atender de forma urgente esta situación, el gobierno también aceptó esta necesidad, pero entre las posibles dificultades para acometer estas obras de carácter urgente está la no existencia de presupuestos, todavía pendientes de aprobación. Aunque sea evidente que el mal mantenimiento de los centros escolares es un mal endémico en nuestro municipio desde hace muchos años, la falta de presupuestos da al gobierno un pretexto poderoso para no acometer esas obras.
En conclusión, la excesiva dependencia de los presupuestos del apoyo al gobierno impide la rápida aprobación de algunas partidas aunque tengan el apoyo de todos los grupos. Sería necesario buscar formulas que permitieran aprobar este tipo de partidas de forma independiente del resto del presupuesto. No es tarea fácil y seguramente supone dificultades administrativas pero habria que buscar una formula efectiva para conseguirlo.