Todo indica que el actual presidente del
Parlamento Europeo, el socialista alemán Martín Schulz (M.S.), será el
candidato de la socialdemocracia europea a presidente de la Comisión.
M.S. lleva veintitrés
años siendo europarlamentario y ha sido durante otros trece,presidente
del Partido Socialista Europeo, su curriculum es por tanto difícil de igualar.
La elección por primera vez del presidente de la Comisión
por el parlamento, es un avance que refuerza la democracia de las instituciones
europeas, buen momento por tanto para mejorar la composición de las listas
electorales, lo que seguramente contribuiría también a prestigiar el papel de
la Unión Europea entre los ciudadanos.
Plantear ahora la elección del cabeza de la lista socialista
europea por medio de elecciones primarias es una quimera, pues ni los
militantes socialistas europeos, y mucho menos los votantes, tienen un
conocimiento suficiente para poder valorar los candidatos de otros países con
lo que el resultado previsible de esas supuestas primarias sería una
participación muy baja y la elección del candidato de uno de los países más
poblados.
Dada la fiebre de primarias que se ha instalado en el PSOE.
¿Por que no realizar unas primarias de carácter nacional
para elegir los cabezas de lista de los socialistas españoles?
¿Por que no "federalizar" la elección de los
componentes de la lista en las distintas
Comunidades Autónomas?
La elección mediante primarias de los candidatos es un avance
democrático que tienen que normalizar el
partido socialista, aunque creo, y lo he expresado en algunas ocasiones, que el
momento adecuado para las
primarias es unos pocos meses antes de las elecciones
correspondientes. El excesivo interés que tienen algunos compañeros de realizar
primarias cuanto antes, seguramente responde más, o al menos igual, a un
sentimiento de discrepancia con la actual dirección que a un deseo de apertura
democrática.
Por otra parte los criterios para configurar listas europeas
no pueden incluir los de la prejubilación política de algunos compañeros en un
destino cómodo y bien pagado para agradecerles servicios prestados, o para quitárselos de en medio de una forma
discreta.
Los
informes de actividad,
publicados por el parlamento europeo sobre el trabajo realizado por nuestros
representantes son, salvo algunas
honrosas excepciones, bastante elocuentes, y demuestran que muchos de ellos no
han estado a la altura de las circunstancias por lo que no deberían repetir.
Asumiendo el riesgo de que se considere una ocurrencia, voy
a proponer un esquema de "federalización de primarias" que
permitiría configurar de forma abierta la lista en su conjunto, no solo en su cabeza, dándola
al mismo tiempo una conformación de
carácter federal.
Partiendo de que las elecciones europeas tienen un distrito
único nacional y que la representación que tenemos actualmente los socialistas
españoles es de 16 europarlamentarios, cabe prever que los resultados de las
próximas elecciones europeas nos darán entre doce y veinte escaños, por lo que
podemos considerar, dentro de los márgenes de error que tienen estos
pronósticos, que tenemos doce puestos "seguros" y ocho
"probables", cifra suficiente para
“federalizar” nuestra candidatura.
La propuesta consiste en hacer elecciones primarias con dos
urnas en toda España. En la primera urna
se votaría al candidato nacional a encabezar nuestra lista en las segunda se
votaría al candidato de la autonomía, que
formaría parte de la lista socialista en un lugar destacado.
Para garantizar la presencia de todas las comunidades, se
definirían once distritos autonómicos, dejando solos los de mayor población y
agrupando entre ellos a los más pequeños, que junto con el candidato nacional
formarían los doce primeros puestos de la lista con "garantía" de
salida.
En cuanto al orden de la lista, tendría una importante menor
al estar las actas bastante seguras. El resto de la lista se rellenaría con los
criterios tradicionales.
El procedimiento admite múltiples variantes en cuanto al
número de puestos a elegir por las CC.AA., la forma de ordenar la lista y otros detalles, para ajustar lo mejor
posible los distintos criterios.
Un procedimiento de estas características, junto con un buen
programa socialista común europeo,
podría contribuir a acercar las elecciones
a los ciudadanos, a crear un ambiente electoral más positivo, a acercar
Europa a los votantes y a tener finalmente un grupo parlamentario más eficiente
y productivo.
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