El procesamiento por el Tribunal Supremo (TS) de 25 dirigentes independentistas catalanes, 13 de ellos por el delito de rebelión, ha desconcertado a los partidos independentista.
Al grito de sálvese quien pueda, dirigentes de los partidos nacionalistas catalanes han iniciado una desbandada que se manifiesta de diversas formas.
Esta segunda desbandada, la primera la protagonizaron el president y algunos de sus consejeros cuando se aplicó el articulo 155, la inició el breve pre candidato a la presidencia Jordi Sanchez, que renunció a su candidatura justo antes de su supuesta investidura, para intentar obtener una decisión más favorable del juez Llanera.
Para cubrir esta baja, que como viene siendo habitual en el mundo independentista se hizo sin aviso pevio, los nacionalistas intentaron, por la vía exprés, la investidura de otro candidato también imputado, Jordi Turull, con la intención de que al día siguiente el TS se viera en la tesitura de tener que encarcelar a un president electo, con lo que el victimismo endémico subiría algunos puntos más. La maniobra salió mal porque la CUP no quiso apoyar a un candidato con un curriculum muy ligado al periodo mas negro de Convergencia i Unio.
El procesamiento de los 25 dirigentes fue también el motivo de la desbandada de tres diputados más, que renunciaron a su acta y una de ellas, la S.G. de ERC, tomó además el camino del exilio. Por supuesto siguiendo el método ya habitual de no avisar a nadie y dejar a sus compañeros perplejos.
El proceso de desmantelamiento del nacionalismo se incrementó con la detención en Alemania del ex president Puigdemont al que la citación del juez Llanera pilló de gira por los países nórdicos, en los que estaba promocionando internacionalmente el procés en algunas universidades de segundo orden. Su intento de evitar la euro-orden, volviendo por un camino alternativo, no consiguió despistar a la policía que le detuvo en Alemania donde las condiciones para la extradición parecen ser favorables que en Bélgica. Le salió el tiro por la culata.
El balance final en el parlament después de estos acontecimientos es:
Al grito de sálvese quien pueda, dirigentes de los partidos nacionalistas catalanes han iniciado una desbandada que se manifiesta de diversas formas.
Esta segunda desbandada, la primera la protagonizaron el president y algunos de sus consejeros cuando se aplicó el articulo 155, la inició el breve pre candidato a la presidencia Jordi Sanchez, que renunció a su candidatura justo antes de su supuesta investidura, para intentar obtener una decisión más favorable del juez Llanera.
Para cubrir esta baja, que como viene siendo habitual en el mundo independentista se hizo sin aviso pevio, los nacionalistas intentaron, por la vía exprés, la investidura de otro candidato también imputado, Jordi Turull, con la intención de que al día siguiente el TS se viera en la tesitura de tener que encarcelar a un president electo, con lo que el victimismo endémico subiría algunos puntos más. La maniobra salió mal porque la CUP no quiso apoyar a un candidato con un curriculum muy ligado al periodo mas negro de Convergencia i Unio.
El procesamiento de los 25 dirigentes fue también el motivo de la desbandada de tres diputados más, que renunciaron a su acta y una de ellas, la S.G. de ERC, tomó además el camino del exilio. Por supuesto siguiendo el método ya habitual de no avisar a nadie y dejar a sus compañeros perplejos.
El proceso de desmantelamiento del nacionalismo se incrementó con la detención en Alemania del ex president Puigdemont al que la citación del juez Llanera pilló de gira por los países nórdicos, en los que estaba promocionando internacionalmente el procés en algunas universidades de segundo orden. Su intento de evitar la euro-orden, volviendo por un camino alternativo, no consiguió despistar a la policía que le detuvo en Alemania donde las condiciones para la extradición parecen ser favorables que en Bélgica. Le salió el tiro por la culata.
El balance final en el parlament después de estos acontecimientos es:
- 8 parlamentarios nacionalistas dimitidos.
- 4 parlamentarios nacionalistas encarcelados.
- 2 parlamentarios nacionalistas fugados.
- 1 parlamentario nacionalista en libertad provisional.
Es muy probable que los siete diputados no dimitidos sean inhabilitados en poco tiempo.
Después de la desbandada la primera reacción del nacionalismo ha sido, una vez más, la huida hacia adelante, volviendo a plantear de nuevo la investidura imposible de C. Puigdemont, J. Sanchez o J. Turrull. Hay que suponer que el presidente del parlament parará esta iniciativa para evitar nuevos procesamientos y todo quedará en los derechos simbólicos aprobados el día de la no investidura.
Este vodevil parlamentario está acompañado de acciones en la calle más de "guerrilla urbana" de los CDR, tipo corte de carreteras con neumáticos ardiendo, que de grandes manifestaciones, que en un contexto de violencia callejera son más difíciles de convocar con el nivel de asistencia que tuvieron las anteriores.
La pregunta sobre que salida tiene a corto plazo la situación catalana, solo tiene una respuesta si los nacionalistas no quieren la repetición de elecciones:
Dimisión de los siete parlamentarios procesados por personas sin cargos penales, con lo que el nacionalismo recuperaría la mayoría sin tener que contar con la CUP y propuesta de un nuevo president que pueda constituir un gobierno efectivo.
Los intentos, tímidos por otro lado, del PSC por una parte y los Comunes por otra, de buscar soluciones transversales, han tenido muy poco eco en las filas nacionalistas pues el ambiente no está para esos experimentos. Tal vez a largo plazo, cuando se tranquilicen las aguas, pueda plantearse alguna opción en ese sentido.
La estrategia política que siga ese, casi seguro, gobierno nacionalista, continuar con el procés o aparcarlo y dedicarse a gobernar y a tender puentes con otras fuerzas catalanas y estatales, determinará la vida política catalana de los próximos años.
Tienen hasta mediados de Mayo para tomar una decisión, aunque es muy probable que agoten el plazo hasta ese limite y, entretanto, sigan mareando la perdiz, con declaraciones, manifestaciones, cortes de carretera, etc.
Tienen hasta mediados de Mayo para tomar una decisión, aunque es muy probable que agoten el plazo hasta ese limite y, entretanto, sigan mareando la perdiz, con declaraciones, manifestaciones, cortes de carretera, etc.
25 líderes independens encarcelad@s son una victoria electoral para Rajoy. 125 líderes independens encarcelados son una derrota para el PP. Sin paz social es difícil el desarrollo económico y el descenso del paro. Ojalá esa paz social se consiga lo antes posible en Cataluña. Aunque, como dice Alfonso, es difícil.
ResponderEliminarNo acabo ver la salida digna para Cataluña, si el Puigdemon vuelve a España y si lo dejan libre en Alemania que va hacer Rajoy...? meterle en la cárcel..., o dejar que lo voten como president..., creo que el pp se ha pasado cien pueblos con la forma de gobernar, así como va arreglar el independentismo...igual lo incrementa, la corrupción no tiene límite en ese partido, ahora la Cifuentes que ha metido a la UJC en un descrédito notable.
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