El 30 de Mayo de 1982, siendo Calvo Sotelo Presidente del Gobierno, España entraba formar parte de la OTAN. La decisión la tomó un gobierno en fase terminal para asegurar la entrada, pues en el futuro previsible no parecía fácil que se produjera la petición. La entrada en la OTAN se vendió como condición imprescindible para el posterior ingreso de España en el Mercado Común Europeo.
A pesar de la fuerte opinión en contra de una parte importante de la población, el referéndum convocado por Felipe González en 1986 consiguió la ratificación de la adhesión.
La OTAN ha sustituido en estos años la falta de una alternativa común de defensa europea que, a pesar de los intentos de los últimos años, no ha logrado ni siquiera despegar. Europa, 77 años después de la terminación de la 2ª guerra mundial y 40 de la disolución del pacto de Varsovia, sigue estando protegida y ocupada fundamentalmente por el ejercito norteamericano.
La teórica distensión que supuso el fin de la URSS en 1991 convertía a la OTAN en una reliquia de la guerra fría que había que sustituir mas pronto que tarde por una fuerza europea. Sin embargo el ataque perpetrado por Rusia sobre Ucrania, aprovechando una supuesta debilidad política de este país que parece considerar como su patio trasero particular, ha puesto en valor a la OTAN por ser la única herramienta eficaz disponible para frenar a Rusia.
La invasión de Ucrania ha tenido como consecuencia la resurrección de la OTAN, pues se ha demostrado que la actual Federación Rusa es un enemigo mas temible que la antigua Unión Soviética, y países tradicionalmente neutrales como Suecia y Finlandia, con muchos kilómetros de frontera con Rusia han pedido y conseguido su incorporación inmediata a la Alianza, además, el presupuesto económico de la organización se va a incrementar notablemente, el despliegue de efectivos norteamericanos en Europa y España se va a incrementar y su marco estratégico de actuación se va a extender hasta el sahel africano, dándole una capacidad de intervención de casi todo el orbe.
El refuerzo de la OTAN dificulta en gran manera la puesta en marcha de una alternativa europea autónoma pero en las circunstancias actuales, no parece haber otra alternativa. Tenemos OTAN para muchos años.
La invasión de Ucrania por Putin ha sido algo inesperado. Si Rusia conquista el Donbas y luego viene una guerra de trincheras, como pasó en la Guerra de Corea, podemos tener una paz que contente al agresor. Si la guerra se prolonga mucho las consecuencias pueden ser imprevisibles. A pesar de todo yo prefiero lo primero.
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