Despues de un largo proceso que ha durado más de dos meses y medio, se han constituido todos los gobiernos autonómicos.
El resultados de los 13 procesos electorales celebrados, incluido Valencia, ha sido el siguiente:
- Nueve CC.AA. presididas por el PSOE.
- Tres CC.AA. presididas por el PP.
- Cantabria presidida por el PRC.
De los trece gobiernos autonómicos constituidos, solo tres están formados por un solo partido, el PSOE, en Extremadura y Castilla La Mancha por tener mayoría absoluta y en Asturias porque, aunque no existe tal mayoría, el estatuto permte un gobierno de mayoría simple, que hace inutil la negativa de Podemos a pactar con el PSOE.
Ocho de los diez restantes gobiernos autonómicos están constituidos por coaliciones formadas por PSOE, Podemos y distintos partidos progresistas de caracter regional. En Cantabria gobierna el PRC en coalición con el PSOE y solo en La Rioja, el gobierno progresista que ha sido más dificil de constituir, se ha formado una coalición de PSOE con U. Podemos, que se ha complicado debido a la excesiva ambición de Podemos, que pretendía tener una sobre-representación totalmente desmesurada ara su peso en el Parlamento.
En el ámbito de la derecha, la coalición de los tres partidos PP, Cs y Vox, ha sido a pesar de la resistencia de Ciudadanos más propagandistica que real, también la norma.
La formación del gobierno de Navarra ha sido una de los más polémicos, debido a la pretensión de la derecha de que se le regalase el gobierno de esta comunidad, alegando la supuesta traición, que según ellos, supone el apoyo indirecto de Bildu que se abstuvo en la votación de investidura. Que se rasguen las vestiduras por este relativo apoyo, partidos como PP y Cs que no tienen escrupulos, o solo formales en el caso de Cs, de aceptar los votos de la ultraderecha franquista para acceder a los gobiernos autonómicos es de juzgado de guardia. Pero, más allá del cinismo de la derecha, que a estas alturas sorprende muy poco, conviene reflexionar sobre la evolución que está teniendo la izquierda abertzale en los últimos años.
En Septiembre de 2010, ETA proclamó el alto el fuego permanente y revisable y, posteriormente, decidió su disolución formal. A partir de ese momento, EH Bildu, que tiene más componentes que la antigua Batasuna, ha iniciado un proceso de conversión en un partido homologable de ideología separatista, que avanza poco a poco aunque todavía mantiene algunas contradicciones que llevará su tiempo superar. En estas condiciones seguramente ha llegado el momento de empezar a levantarles la cuarentena que pesa sobre ellos desde 1978. Este poceso de normalización está ya bastante avanzado en Euskadi y Navarra pero quedan excesivas reticencias en el resto del Estado que la derecha no para de alimentar, pues prefieren agitar el espantajo del terrorismo y la unidad de España a contribuir a restablecer la normalidad en Euskadi.
Otra autonomía en la que ha habido dificultades, ha sido la de Madrid en la que la aceptación de la presencia de Vox por parte de Cs ha sido más laboriosa que en otros lugares. En cualquier caso, lo más preocupante del gobierno de Madrid es la poca entidad política de la presidenta popular y del vicepresidente de Cs y la composición del "subgobierno" Popular, formado por algunos de los militantes más reaccionarios del PP madrileño, algunos de ellos antiguos consejeros de Esperanza Aguirre y otros tan significativos como el anterior alcalde de Alcorcón. La formación del gobierno en dos mitades independientes, una del PP y otra de Cs, es una característica que augura dificultades adicionales para gobernar la Comunidad Madrileña,
Una última reflexión sobre las bondades de los gobiernos de coalición formados, no por un convencimiento de la cudadanía, sino debido a la fragmentación de los resultados electorales. Que el lider de Podemos considere un ejemplo a seguir para el gobierno del Estado, no deja de ser una interpretación interesada que no tiene en cuenta algunos aspectos importantes;
En el ámbito de la derecha, la coalición de los tres partidos PP, Cs y Vox, ha sido a pesar de la resistencia de Ciudadanos más propagandistica que real, también la norma.
La formación del gobierno de Navarra ha sido una de los más polémicos, debido a la pretensión de la derecha de que se le regalase el gobierno de esta comunidad, alegando la supuesta traición, que según ellos, supone el apoyo indirecto de Bildu que se abstuvo en la votación de investidura. Que se rasguen las vestiduras por este relativo apoyo, partidos como PP y Cs que no tienen escrupulos, o solo formales en el caso de Cs, de aceptar los votos de la ultraderecha franquista para acceder a los gobiernos autonómicos es de juzgado de guardia. Pero, más allá del cinismo de la derecha, que a estas alturas sorprende muy poco, conviene reflexionar sobre la evolución que está teniendo la izquierda abertzale en los últimos años.
En Septiembre de 2010, ETA proclamó el alto el fuego permanente y revisable y, posteriormente, decidió su disolución formal. A partir de ese momento, EH Bildu, que tiene más componentes que la antigua Batasuna, ha iniciado un proceso de conversión en un partido homologable de ideología separatista, que avanza poco a poco aunque todavía mantiene algunas contradicciones que llevará su tiempo superar. En estas condiciones seguramente ha llegado el momento de empezar a levantarles la cuarentena que pesa sobre ellos desde 1978. Este poceso de normalización está ya bastante avanzado en Euskadi y Navarra pero quedan excesivas reticencias en el resto del Estado que la derecha no para de alimentar, pues prefieren agitar el espantajo del terrorismo y la unidad de España a contribuir a restablecer la normalidad en Euskadi.
Otra autonomía en la que ha habido dificultades, ha sido la de Madrid en la que la aceptación de la presencia de Vox por parte de Cs ha sido más laboriosa que en otros lugares. En cualquier caso, lo más preocupante del gobierno de Madrid es la poca entidad política de la presidenta popular y del vicepresidente de Cs y la composición del "subgobierno" Popular, formado por algunos de los militantes más reaccionarios del PP madrileño, algunos de ellos antiguos consejeros de Esperanza Aguirre y otros tan significativos como el anterior alcalde de Alcorcón. La formación del gobierno en dos mitades independientes, una del PP y otra de Cs, es una característica que augura dificultades adicionales para gobernar la Comunidad Madrileña,
Una última reflexión sobre las bondades de los gobiernos de coalición formados, no por un convencimiento de la cudadanía, sino debido a la fragmentación de los resultados electorales. Que el lider de Podemos considere un ejemplo a seguir para el gobierno del Estado, no deja de ser una interpretación interesada que no tiene en cuenta algunos aspectos importantes;
- En todos los casos las coaliciones formadas tienen mayoría absoluta que permiten gobernar.
- Por otro lado, las coaliciones que más dificultades han tenido han sido las que solo implican al PSOE a U.P, que en Asturias no fue posible y en La Rioja tuvo muchas dificultades.
Seguramente, el modelo de coalición bicéfala del gobierno de Madrid sea un ejemplo a seguir para P. Iglesias, que está proponiendo algo similar para el gobierno del Estado.