Dentro de poco, si no han empezado ya, empezaran los movimientos para colocarse en las listas.
Lamentablemente, el PE ha sido en muchos casos, una especie de cementerio de elefantes, donde iban a caer políticos prejubilados o incómodos por diferentes razones, que convenía quitar de en medio.
El PE era una buena alternativa pues se le consideraba de importancia menor y había una buena retribución y un trabajo bastante cómodo. En este panorama se podía “colar”, excepcionalmente, algún político verdaderamente europeísta y con ganas de trabajar.
La forma en que los partidos elaboran sus listas electorales, incluido el Partido Socialista, favorece estas componendas.
El P.E. va adquiriendo una importancia cada vez mayor. Estas elecciones son las primeras que se realizan después del tratado de Lisboa y, en consecuencia, los próximos europarlamentarios tendrán la responsabilidad de elegir al presidente de la Comisión Europea.
Tanto por las mayores funciones del P.E., como por los procesos internos que ya se están dando en el PSOE, y que deben intensificarse más en la próxima Conferencia Política, no es de recibo que las listas de candidatos se configuren por los criterios actuales. Por un lado hay que dar mayor participación al conjunto del partido y por otro hay que tener en cuenta el mérito, la capacidad y la dedicación de cada uno de los posibles europarlamentarios.
La Unión Europea tiene la buena o mala costumbre, según se mire, de cuantificar numéricamente todos los datos y publicar indicadores de casi todo.
La página web: http://www.mepranking.eu/eu.php, publica los índices de actividad de los 753 miembros del Parlamento Europeo, explotando los datos por países y grupos parlamentarios.
Define seis indicadores numéricos: Preguntas, Mociones, Informes, Opiniones Intervenciones y Declaraciones y su suma, es el índice de Actividad de cada parlamentario.
La tabla siguiente recoge las actividades de cada uno de los 16 europarlamentarios socialistas, de los que he omitido los nombres que pueden encontrarse en la web de referencia.
La penúltima columna indica la actividad relativa, siendo 100%, correspondiente a un índice de actividad 248,4, la media de actividad de los 753 europarlamentarios. La última columna es el índice de asistencia a las sesiones que en media es del 87%, muy alto.
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La tabla habla por sí sola, solo el primero de nuestros 16 eurodiputados, Miguel Ángel Martínez, tiene una actividad superior a la media y solo los seis primero están en la primera mitad del ranking europeo de actividad, punto medio 124,2. Los 10 restantes puede considerarse que están teniendo un indicé de actividad bajo o muy bajo.
Con estos datos y sin tener en cuenta otras consideraciones que sin duda también influyen, los doce últimos del ranking no deberían repetir legislatura, especialmente los cuatro últimos.
Para completar los datos se incluye a continuación los datos resumidos correspondientes a otros representantes españoles.
Media Grupo
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Actividad
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Media PE
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Socialistas Españoles
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118,8
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47,8%
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Socialista Europeo
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149,7
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60,3%
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Euro parlamentarios españoles
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203,8
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82,0%
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Total Europarlamento
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248,4
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100,0%
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Populares Españoles
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81,68
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32,9%
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Populares Europeos
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264,56
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107,0%
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El grupo socialista europeo sale algo mejor parado, aunque tampoco se acerca a la media europea, mientras que el grupo popular tiene una actividad muy inferior a los socialistas a pesar de que su homologo europeo tiene una posición bastante más alta.
Creo que los parlamentos deben ser suficientemente grandes para que sean representativos, pero la enorme capacidad de trabajo que deben tener 753 parlamentarios más los correspondientes funcionarios y asesores, debe ponerse al servicio de Europa. Los parlamentarios que tienen una actividad tan reducida como algunos de los nuestros no deben tener cabida en el Parlamento Europeo.
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