El Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que "fija la cuantía retributiva mínima que percibirá el trabajador referida a la jornada legal de trabajo, sin distinción de sexo u edad de los trabajadores, sean fijos, eventuales o temporeros", aunque en estos tiempo de tanto contrato a tiempo parcial, tanto "falso autónomo" y tanto fraude, puede estimarse que hay muchos trabajadores por debajo de él, es actualmente de 14 pagas de 645,30 €.
Según un informe de la Fundación Primero de Mayo de CC.OO., fechado en Octubre del 2012, el 35% de los asalariados españoles cobra el SMI, o está por debajo de él. Hay también muchos "autónomos", ahora llamados pomposamente "emprendedores", que forzados por las circunstancias, también están por debajo de esa cifra.
El sector más ultra del PP, los gobernantes de Madrid en el Ayuntamiento y en la Comunidad, parecen decididos a que, por aquello de la austeridad y el ahorro y, también, para que sus contratistas afines obtengan el máximo beneficio posible, un número creciente de los trabajadores que dependen de ellos, tengan retribuciones cercanas al SMI.
Empezó la Sra. alcaldesa pretendiendo que los trabajadores de la limpieza que no fueran despedidos, aceptaran una reducción salarial hasta los límites de los 645 € que marcan el mínimo salarial. La huelga de los trabajadores y el apoyo de la ciudadanía pararon esa operación.
Pero vuelven a la carga, han decidido externalizar como ellos dicen, que más bien es precarizar, un servicio que hasta ahora funcionaba perfectamente, la lavandería central hospitalaria de Mejorada del Campo. Están afectados unos 250 trabajadores eventuales e interinos que han recibido de palabra y para responder en 24 horas, una "oferta" para incorporarse a la nueva concesionaria, por un salario equivalente al mínimo, que supone una disminución del orden del 40% sobre sus ingresos actuales.
La ley obliga a que cuando se produce una fusión, absorción o compra de una empresa por otra, se subroguen los contratos laborales en las mismas condiciones que tenían, detalle que se obvia en esta mal llamada externalización.
Tengo el convencimiento de que este segundo intento de las autoridades populares madrileñas de mandar a un sector de los trabajadores al SMI, no será el último y observo con profunda decepción, que la concesionaria de este servicio no es una constructora como FCC, OHL o Sacyr, de las que no se puede esperar ningún criterio social, es una empresa ligada a FUNDOSA, Fundación de la ONCE, que debería tener una sensibilidad social mayor, lamentablemente, también son cómplices de las ideas neoliberales del PP madrileño.
Algunos datos para completar la información.
El SMI está implantado en un número significativo de países del mundo, incluyendo 18 de la Unión Europea.
En Europa el país que tiene el SMI mayor es Luxemburgo con 1.801,49 €/mes (12 meses) y el menor Rumanía con 157,26 €/mes.
España, con doce pagas de 748,30 €, tiene un SMI del 97 % de la media (771,4 €) de los 18 países, pero solo del 64,6% de la media (1.157,7 €) que excluye los 8 países de la antigua Europa del Este. En este punto estamos también en nuestro lugar habitual en Europa, solo por encima de Portugal, Grecia y Malta.
Si atendemos a la evolución del SMI en los últimos años, hay que empezar diciendo que el presidente Rodriguez Zapatero se comprometió a subirlo hasta 800€ al final de su legislatura, partiendo de los 460,5€ de 2004. Aunque, lamentablemente, no pudo conseguir su propósito debido a la irrupción de la crisis económica, el SMI se incrementó en los siete años de gobierno socialista en un 39,3%, hasta alcanzar la cifra de 641,40 € al final de su gobierno.
En los dos años del gobierno popular el SMI se congeló el primer año y solo subió 6 décimas al final de 2012.
En conclusión, el PP pretende con la desrregulación laboral y con sus políticas de contratación, que cada vez más trabajadores cobren el salario mínimo aunque no parecen estar muy dispuestos a incrementar su cuantía.
La patronal por su parte, siempre a la vanguardia del retroceso, ya está sugiriendo que en determinadas circunstancias, por ejemplo jóvenes, se permita contratar por debajo del SMI lo que, junto con su apuesta por los "minijobs", parece configurar su estrategia para aumentar la competitividad, y de paso, sus beneficios y privilegios.
No es de extrañar que en este contexto los sindicatos empiecen a reclamar que el SMI suba hasta los 900€ mensuales.
El sector más ultra del PP, los gobernantes de Madrid en el Ayuntamiento y en la Comunidad, parecen decididos a que, por aquello de la austeridad y el ahorro y, también, para que sus contratistas afines obtengan el máximo beneficio posible, un número creciente de los trabajadores que dependen de ellos, tengan retribuciones cercanas al SMI.
Empezó la Sra. alcaldesa pretendiendo que los trabajadores de la limpieza que no fueran despedidos, aceptaran una reducción salarial hasta los límites de los 645 € que marcan el mínimo salarial. La huelga de los trabajadores y el apoyo de la ciudadanía pararon esa operación.
Pero vuelven a la carga, han decidido externalizar como ellos dicen, que más bien es precarizar, un servicio que hasta ahora funcionaba perfectamente, la lavandería central hospitalaria de Mejorada del Campo. Están afectados unos 250 trabajadores eventuales e interinos que han recibido de palabra y para responder en 24 horas, una "oferta" para incorporarse a la nueva concesionaria, por un salario equivalente al mínimo, que supone una disminución del orden del 40% sobre sus ingresos actuales.
La ley obliga a que cuando se produce una fusión, absorción o compra de una empresa por otra, se subroguen los contratos laborales en las mismas condiciones que tenían, detalle que se obvia en esta mal llamada externalización.
Tengo el convencimiento de que este segundo intento de las autoridades populares madrileñas de mandar a un sector de los trabajadores al SMI, no será el último y observo con profunda decepción, que la concesionaria de este servicio no es una constructora como FCC, OHL o Sacyr, de las que no se puede esperar ningún criterio social, es una empresa ligada a FUNDOSA, Fundación de la ONCE, que debería tener una sensibilidad social mayor, lamentablemente, también son cómplices de las ideas neoliberales del PP madrileño.
Algunos datos para completar la información.
El SMI está implantado en un número significativo de países del mundo, incluyendo 18 de la Unión Europea.
En Europa el país que tiene el SMI mayor es Luxemburgo con 1.801,49 €/mes (12 meses) y el menor Rumanía con 157,26 €/mes.
España, con doce pagas de 748,30 €, tiene un SMI del 97 % de la media (771,4 €) de los 18 países, pero solo del 64,6% de la media (1.157,7 €) que excluye los 8 países de la antigua Europa del Este. En este punto estamos también en nuestro lugar habitual en Europa, solo por encima de Portugal, Grecia y Malta.
Si atendemos a la evolución del SMI en los últimos años, hay que empezar diciendo que el presidente Rodriguez Zapatero se comprometió a subirlo hasta 800€ al final de su legislatura, partiendo de los 460,5€ de 2004. Aunque, lamentablemente, no pudo conseguir su propósito debido a la irrupción de la crisis económica, el SMI se incrementó en los siete años de gobierno socialista en un 39,3%, hasta alcanzar la cifra de 641,40 € al final de su gobierno.
En los dos años del gobierno popular el SMI se congeló el primer año y solo subió 6 décimas al final de 2012.
En conclusión, el PP pretende con la desrregulación laboral y con sus políticas de contratación, que cada vez más trabajadores cobren el salario mínimo aunque no parecen estar muy dispuestos a incrementar su cuantía.
La patronal por su parte, siempre a la vanguardia del retroceso, ya está sugiriendo que en determinadas circunstancias, por ejemplo jóvenes, se permita contratar por debajo del SMI lo que, junto con su apuesta por los "minijobs", parece configurar su estrategia para aumentar la competitividad, y de paso, sus beneficios y privilegios.
No es de extrañar que en este contexto los sindicatos empiecen a reclamar que el SMI suba hasta los 900€ mensuales.