- La lucha contra el malvado Sanchez para desalojarle de la Moncloa.
- Su guerra interna en el partido popular para convertirse en lideresa desplazando a Feijóo como hace un año desplazó a Casado.
A las puertas del 14 Congreso muchos socialistas estábamos convencidos de que "En Madrid el PSOE era una organización potente pero sin cabeza". y que "El congreso de Noviembre era una oportunidad de regeneración de la organización que no se podía ni se debía desaprovechar"
Aunque sin grandes entusiasmos, los resultados del Congreso han supuesto un paso adelante que si sabemos gestionar bien, puede ser un buen comienzo para la recuperación del socialismo madrileño.
El nuevo S.G. Juan Lobato, elegido con una mayoría suficientemente confortable, ha optado por un modelo de gestión clásico que compatibiliza el liderazgo orgánico del Partido con el institucional liderando el Grupo parlamentario socialista de la Asamblea de Madrid.
Este modelo de multitarea requiere mas y mejores equipos y mayor coordinación para abordar con éxito ambas tareas que en Madrid son indispensables.
En el aspecto orgánico, el Congreso aprobó una serie de medidas encaminadas a aumentar la participación de los militantes y a mejorar los procesos internos. Algunas de esas iniciativas se han puesto en marcha rápidamente y ya han empezado a funcionar: El Consejo de alcaldes, algunas comisiones sectoriales y territoriales y el comité municipal de Madrid ciudad, vieja aspiración del socialismo madrileño que ya es una realidad. También se ha convocado la elección directa de una parte del Comité Regional que debe tener un efecto positivo en la mejora de la gestión interna. Son buenos indicios que hay que esperar se consoliden rápidamente.
En el aspecto institucional el Congreso se orientó, como es habitual, a profundizar en las propuestas programáticas socialistas en las áreas competencia de la Comunidad: Sanidad, Educación, Servicios Sociales, Juventud, Tercera Edad, Feminismo, etc, en lo que no deja de ser una repetición más o menos completa del programa electoral del 4 Mayo que NO podemos poner en marcha porque perdimos las elecciones autonómicas.
La nueva dirección política socialista tiene que orientar sus esfuerzos no tanto al programa, que siempre será la base de nuestras propuestas, sino en la estrategia para recuperar el gobierno de la Comunidad y también el Ayuntamiento de la capital y de eso se habló poco en el 14 congreso.
La situación política en ambas instituciones es, desde hace ya demasiado tiempo, de aplastante dominio de la derecha en la Asamblea de Madrid y también en la alcaldía de Madrid después de los 4 años de gestión de Manuela Carmena, que fueron un oasis en el largo desierto de gobiernos de derechas.
La situación es de extrema debilidad para los socialistas que perdimos la primera posición de la izquierda en la Asamblea Regional, mientras que hace tiempo que nuestra posición en el Ayuntamiento es casi marginal.
La Comunidad de Madrid está gobernada por un personaje absolutamente lamentable, I.D. Ayuso que empeora, aunque eso hace unos años pareciera imposible, el mandato de sus antecesores/as: C. Cifuente, I. Gonzalez y E. Aguirre, mientras que el alcalde de Madrid se está esforzando en igualar por abajo la gestión de su compañera de partido.
Es indispensable en consecuencia ofrecer una alternativa progresista a estos lamentables representantes de la peor derecha y esta alternativa, dada la correlación de fuerzas de izquierdas en Madrid, no puede ofrecerla solamente el PSOE ni tampoco Más Madrid y mucho menos Unidas Podemos, esta alternativa deben construirla desde ya una alianza de las tres fuerzas de izquierdas potenciando la cooperación frente a la competencia. Lo mas importante no es ahora si el próximo presidente será del PSOE o de Más Madrid, lo urgente y necesario es que Ayuso se vaya a su casa.
Es necesario hacer una oposición contundente, concreta y coordinada por las tres fuerzas, no basta proclamar genéricamente que Ayuso quiere privatizar la sanidad o la educación o criticar cualquier otra iniciativa. No hace falta repetir continuamente las posiciones teóricas de desacuerdo con los gobiernos de derechas, es necesario que la izquierda haga propuestas concretas argumentadas con datos y números.
La coordinación de los tres grupos podría llegar hasta la creación de un gabinete en la sombra, formado por diputados de las tres formaciones que hicieran un seguimiento estrecho de las tareas de cada consejería y elaborasen propuestas a todas y cada una de sus decisiones. Si se consigue desarrollar una estrategia de estas características y se construye un buen sistema de información a la ciudadanía, podría lograrse que Ayuso deje de ningunear sistemáticamente a la oposición madrileña y de considerar que sus únicos adversarios son el gobierno de España y el lider de su partido Pablo Casado.
Hay que devolver la gestión de Madrid al centro del debate político, en la Asamblea de Madrid y en el Ayuntamiento de la capital.
El Congreso Federal del PSOE se celebra en un contexto muy positivo:
La alternativa planteada por la candidata del PP parte de una interpretación errónea de nuestra sociedad basada en situaciones antiguas y correspondientes a otras latitudes. Aunque pueda afirmarse que la libertad está enemistada con los gobiernos "socialistas o comunistas" de la antigua Unión Soviética o de países como China o Corea del Norte, tanto como con el régimen Franquista, es totalmente falso e injusto incluir en esta categoría a los partidos socialista y comunista españoles que tuvieron un papel fundamental en la transición democrática de 1978 y sorprende mas todavía, que esa acusación la haga el grupo político heredero de Alianza Popular, que tardó bastantes años en desprenderse de las ataduras del franquismo del que provenían, y nunca lo consiguieron del todo.
En una democracia plenamente consolidada como la española y al final de la crisis económica, social y sanitaria provocada por la COVID19, lo lógico sería que la campaña electoral se basase en propuestas políticas, económicas y sanitarias apoyadas en el plan de recuperación y resiliencia de el gobierno central y en la utilización eficaz de los cuantiosos fondos aprobados por la Unión Europea y así empezamos los socialistas en las primeras semanas de la campaña, pero la actitud irresponsable de la candidata de VOX en el debate de la SER ridiculizando las amenazas de muerte, acompañadas de los proyectiles de armas de guerra, que recibieron algunos miembros del gobierno ha cambiado el escenario. Ha aparecido una fuerte amenaza de carácter fascista que cuestiona nuestra democracia y que la derecha tradicional del PP acepta con toda naturalidad pues pretende compartir con ella el gobierno de Madrid.
La contradicción fascismo - democracia sería mas propia de una campaña electoral de los tiempos de la transición, cuando se estaba saliendo de la dictadura, que del siglo XXI, donde esa disyuntiva tendría que estar ya superada y las campañas deberían servir solamente para contrastar propuestas programáticas, pero las actitudes de VOX en el ecuador de la campaña obligan a considerar que la amenaza fascista es aquí tan real como en algunos otros países europeos o en la América de Trump.
En consecuencia, en este tramo final de la campaña hay que combinar de forma inteligente la defensa de la democracia con las propuestas programáticas, frente al madrileñismo cateto que proponen Ayuso y Monasterio "las Pili y Mili" de la derecha madrileña, proclamando su cutre concepto de libertad de tomar cañas y hacer lo que les da la gana con independencia de pandemias y otras minucias, mientras favorecen los derechos de los mas ricos bajando imprudentemente los impuestos y olvidan el fortalecimiento de los servicios públicos en una comunidad que tiene las peores cifras de España en gasto social.
El 4 de Mayo hay que ir a votar para expulsar a las dos derechas y recuperar Madrid para la gente de bien.
De los cuatro debates programados, solo ha podido realizarse el primero, en él se puso de manifiesto con total claridad la superioridad dialéctica de la izquierda, frente a una Isabel D. Ayuso que se limitó a repetir sus eslóganes habituales y a hacer ataques personales cuando se veía sin respuestas, como prueba del fracaso de IDA cabe destacar que sus cronistas habituales solo han podido decir que salió viva del debate, es decir que no cometió demasiados errores. La ultraderecha se limitó a proclamar sus barbaridades habituales y Ciudadanos a caminar por su ya habitual cuerda floja con sus reflexiones contradictorias habituales, casi imposibles de comprender.
El segundo debate, al que Ayuso no se atrevió a asistir para no meter la pata del todo, fue boicoteado por la ultraderecha de VOX que despreció de forma sectaria las amenazas de muerte recibidas por el Ministro de Interior, la D.G. de la Guardia Civil y Pablo Iglesias, considerándolas un montaje de P.I. y del gobierno, cuando se le requirió una rectificación insistió con mas énfasis en sus "argumentos" y provocó que los tres partidos de izquierdas abandonaran el debate mientras el representante de Cs seguía haciendo sus habituales equilibrios dialecticos para que se quedaran.
El debate inconcluso de la cadena SER ha tenido consecuencias positivas pues la derecha ha mostrado su verdadera cara con Ayuso escondida y Monasterio con un comportamiento directamente fascista, mientras Cs quedaba una vez mas fuera de juego. Esa situación, unida a la mayor coordinación de los partidos de izquierdas puesta de manifiesto en estos debates, debe contribuir de forma decisiva a la movilización de los ciudadanos de izquierdas para ir a votar el 4 de Mayo.
Pero la cancelación de los debates tiene también un efecto negativo pues, dado el miedo a debatir que tiene la derecha, los debates son una herramienta importantísima para los partidos de la izquierda que, después de que Monasterio reventara el debate de la SER, no van a poder utilizar.
Aunque resulte difícilmente comprensible para cualquier mente racional, el PP madrileño, después de 26 años de mal gobierno, los dos últimos llenos de las ocurrencias y barbaridades de IDA con el apoyo continuo de VOX, lidera casi todas las encuestas, aunque, después de los incidentes del último debate, la opinión pública está empezando a darse la vuelta.
El debate frustrado de la SER ha supuesto un punto de inflexión en la campaña y el guion ha cambiado. Si en los primeros días el PSOE jugaba con la posibilidad de apoyarse tanto en los partidos de izquierdas como en Ciudadanos, para conseguir, en una situación de crisis grave, el máximo consenso posible frente a la coalición ultraderecha-derecha extrema VOX - PP, la incomprensible estrategia de Ciudadanos de apoyar al PP a pesar del desprecio que han sufrido durante su gobierno conjunto y las bajas expectativas electorales que tienen, hacen imprescindible impulsar la única alternativa un gobierno de izquierdas compuesto por PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos
Es necesario que el revulsivo que supuso ese debate frustrado se mantenga vivo hasta el día de las elecciones y para ello, la izquierda tiene que hacerse lo mas visible posible a pesar de las dificultades que impone la pandemia. Si las cadenas de TV no pueden ofrecer debates entre los seis partidos, podemos ofrecerles debates sectoriales o generales entre los tres partidos de izquierdas que refuercen nuestra vocación de hacer un gobierno conjunto.
La crisis sanitaria, económica y social que sufrimos a causa del coronavirus obligaba a priorizar un mensaje electoral basado en vacunación, recuperación económica sin dejar a nadie atrás y refuerzo de los servicios públicos de sanidad, educación y dependencia. La radicalización de VOX con la complacencia del PP, nos obliga a complementar. aunque estemos en el siglo XXI el mensaje programático, con el debate ideológico de defensa de la Democracia frente a Fascismo de VOX, amparado por el PP de Ayuso.
El debate Democracia - Fascismo es muy diferente al falso debate Socialismo - Libertad propuesto demagógicamente por las dos derechas.
El 4 de Mayo NO hay que quedarse en casa, hay que salir a votar a los partidos de izquierdas.
El Partido Popular gobierna en Madrid desde 1995, son ya demasiados años de corrupción y mal gobierno, ha llegado el momento de decir basta.
Isabel Diaz Ayuso (IDA), que hasta ahora gobernaba Madrid en coalición con Ciudadanos y con apoyo de VOX, ha convocado elecciones anticipadas, aprovechando la debilidad de Cs y su posición favorable de las encuestas, intentando, al mismo tiempo, coger con el paso cambiado a los partidos de la izquierda. El pretexto ha sido la moción de censura de Murcia aunque hay otros datos que indican que la decisión estaba tomada anteriormente.
IDA intenta volver a la situación de confort que tenía el PP entre 2003 y 2011, época de Esperanza Aguirre, en la que obtenían resultados superiores al 50% sin necesidad de repartir los votos con otros partidos de derechas. A partir de 2015 con la aparición de Cs y VOX los votos de la derecha se han dividido al mismo tiempo que han disminuido hasta situarse en torno al 50%, por lo que el balance Derecha- Izquierda está muy equilibrado y los escaños están repartidos entre los tres grupos de cada sector.
Aunque Madrid tiene un fuerte electorado de derechas debido a su alta renta per cápita, y a ser la sede del gobierno de la nación, de las principales empresas españolas y de las delegaciones de muchas multinacionales, no se justifica el largo dominio de la derecha pues también hay muchos trabajadores industriales y de servicios que son votantes potenciales de la izquierda.
Las razones por la que los madrileños votan mayoritariamente al PP no son tampoco su eficacia y capacidad de gestión, que en estos años han tenido muchas insuficiencias y que, además, han estado complementados por un alto nivel de corrupción que ha terminado con el procesamiento de los dos últimos presidentes (González y Cifuentes). Las causas están en la mayor participación electoral de las derechas, que tiene muy claros sus intereses frente a una izquierda que tiene unos niveles de abstención muy altos, debido seguramente a la incapacidad de la izquierda en estos años de ofrecer una alternativa sólida y creíble, a la mayor desconfianza en las instituciones y a una menor cultura política,
El análisis de los datos estadísticos de los 145 barrios correspondientes a los 21 distritos de Madrid capital, indican claramente una mayor participación electoral en las zonas de mayor renta.
Hay muchos análisis que cuantifican este fenómeno. Aquí me he basado en una simulación partiendo de la hipótesis de una participación uniforme en las 3.561 mesas electorales, igual a la media de participación en el municipio madrileño (68,48%) en las elecciones autonómicas de 2019, el resultado obtenido es la movilización de aproximadamente 70.000 votos entre la izquierda y la derecha, distribuidos, de acuerdo con la regla D´hont entre los seis partidos con representación parlamentaria.
La traducción de estos resultados a escaños cambiaría el reparto actual de 68 a 64 a favor de la derecha, por un empate a 66. Si tenemos en cuenta que esta simulación corrige los resultados de todos los partidos y no solo los de izquierdas que es donde se focaliza la abstención y que el comportamiento del resto de municipios de la comunidad, que suponen casi la mitad del censo, sería con toda seguridad equivalente, se puede concluir que si los votantes progresistas hubieran tenido en 2019 el mismo comportamiento que los conservadores, la izquierda gobernaría en Madrid.
Para ganar Madrid para la izquierda es necesaria una fuerte movilización de los electores progresistas para la que hay que evitar los obstáculos que la derecha esta poniendo en el camino:
Afortunadamente el CIS ha publicado su propia encuesta con 4.000 entrevistas y unos datos de participación del 70%. Los resultados, aunque en la misma línea que las otras, dan un empate a 68 y no aseguran con tanta facilidad el triunfo inevitable de PP-Vox.
Otra contribución de los medios es la de los tertulianos "opinalotodo" de las tertulias que, salvo algunas contadas excepciones, se dividen entre los claramente de derechas y los equidistantes para los que todos los partidos son iguales y cualquier crítica que se haga al PP siempre tiene una correspondencia, aunque sea lejana en el tiempo o en intensidad, con algún "hecho similar" del PSOE.
La izquierda tiene que salir a votar el 4 de Mayo y para ello tiene que superar todos los obstáculos que se están poniendo para que nos quedemos en casa.
En este contexto general Madrid, municipio y comunidad, han resultado ser los elementos más débiles del Estado, los que peor han funcionado. A las debilidades generales se une la tendencia al liberalismo, entendido en su peor versión y la aversión por el sector público que tienen los gobiernos autonómicos y municipal madrileños.
La gran nevada que ha caído sobre Madrid en los primeros días del mes de enero ha puesto de manifiesto estas limitaciones madrileñas. Madrid ha estado diez días paralizada por la nieve, con los hospitales y colegios bloqueados, con las calles tapadas con miles de coches abandonados en las vías de circunvalación, sin transporte público y recurriendo tarde y mal al apoyo del Estado. Aunque la dimensión de la nevada pueda considerarse histórica, no están justificadas las enormes limitaciones de todo tipo que ha tenido la respuesta de la CAM.
La gestión política del gobierno de la comunidad de Madrid es lamentable desde que se formó el gobierno presidido por Isabel Diaz Ayuso (IDA), no solo por su ideología profundamente derechista sino también, y quizá en la situación actual mas importante, por su incapacidad, su mala gestión, sus errores técnicos y su excesiva tendencia a favorecer a los empresarios amigos.
La estrategia política de IDA, apoyada por la dirección nacional del PP, ha conseguido convertirse en el principal ariete contra el gobierno de España dando más prioridad al enfrentamiento político que a la resolución de los problemas para lo que es imprescindible tener lealtad institucional para obtener la necesaria colaboración mínima en tiempos de crisis.
El alcalde de Madrid, que al principio de la legislatura parecía tener una posición menos agresiva, se ha ido convirtiendo progresivamente al credo de IDA, seguramente debido a su nombramiento como portavoz nacional del PP que le obliga a defenderse de la rivalidad interna que le provoca la presidenta.
Lamentablemente, el contrapeso político a los dos gobiernos madrileños es muy escaso. Ni Más Madrid, que ganó las elecciones municipales, ni el PSOE-M que ganó las autonómicas, han sido capaces de construir una alternativa sólida y creíble que ofrezca una alternativa a los ciudadanos. Somos muchos los que hemos pedido que se presente una moción de censura que ponga de manifiesto que hay otra forma de gobernar ambas instituciones.
La falta de liderazgo de los grupos institucionales de izquierda es clamoroso. Manuela Carmena, anterior alcaldesa de Más Madrid ni siquiera recogió su acta y el lider mas prometedor de esta formación, I. Errejón dejó la Asamblea para dedicarse a la política nacional. En el campo socialista, Ángel Gabilondo, que seguramente hubiera sido un gran presidente de la comunidad, no ha conseguido afianzarse como lider de la oposición, y está esperando que le nombren Defensor del Pueblo, puesto en el que seguramente brillaran sus cualidades de buen gestor. Por otro lado, y las tres personas mas valiosas del grupo socialista en la Asamblea han sido nombradas ministro/a y presidenta del senado. El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento es un personaje de gran prestigio profesional pero muy poco bagaje político y el Secretario General del PSOE madrileño, bloqueado en la Delegación del Gobierno, no está en posición de hacer labor de oposición. Las limitaciones de la pandemia COVID han dado la puntilla a cualquier iniciativa política de la oposición.
Como pasa en los grandes equipos deportivos, cuando faltan las figuras los componentes del banquillo tienen la oportunidad de demostrar sus cualidades y deben aprovecharla.
Queda mas de la mitad de la legislatura y la oposición de izquierdas en Madrid no puede seguir mirando al tendido, el PSOE, Mas Madrid y Unidas Podemos, que forman parte del gobierno de España deben ser capaces de construir una alternativa de gobierno en el Ayuntamiento y la Comunidad, con o sin moción de censura, que de una esperanza a los madrileños, considerando además que gobiernos de Ayuso y Almeida son muy flojos y llenos de fallos y contradicciones.
En estos momentos, la Izquierda Madrileña carece de liderazgo y es imprescindible empezar a construirlo con los mimbres que tenemos que deben demostrar las razones por las que están representando a los madrileños.
En este contexto llegó la carta del presidente del gobierno ofreciendo su ayuda a la Comunidad de Madrid y proponiendo mantener una reunión con IDA en la sede de la propia Comunidad.
La carta de Pedro Sanchez (PS) es un documento excesivamente constructivo, que respeta las competencias de la Comunidad y evita las criticas a la gestión de IDA, con el animo de evitar polémicas y tomar decisiones positivas.
El viernes, después de varios retrasos, IDA, acompañada de un avergonzado vicepresidente y del siempre servil consejero de sanidad, nos dio una teórica sobre las medidas a tomar, volvió a responsabilizar al gobierno de la nación, aunque, dada su próxima entrevista con PS, evitó su tradicional agresividad. El vicepresidente Aguado intervino para manifestar su acuerdo y dar imagen de unidad, aunque su tono fue bastante más moderado y finalmente, el consejero de sanidad detalló las restricciones propuestas que se refieren a 37 zonas sanitarias, que corresponden a los barrios y municipios con mayor indice de infección y también de menor renta y peores condiciones de vida, y se limitan a recomendar, no tienen competencias para prohibir, restricciones de movilidad, reducción de horarios y aforos y bajar a seis el número de personas por grupo familiar o social. Ni una palabra sobre refuerzo de centros de salud, incremento en el número de rastreadores o aumento de los servicios de transporte de metro y autobús para reducir su masificación.
Las medidas son mucho más suaves que las promulgadas en otras comunidades con una incidencia vírica mucho menor y no convencen a ningun experto. Las protestas de la ciudadanía, sanitarios, docentes y asociaciones vecinales van en aumento y manifiestan su disconformidad diariamente. Los partidos de izquierdas del parlamento madrileño están llegando al limite de su paciencia y están a punto de presentar una moción de censura que cada día se ve más urgente.
El próximo acto tendrá lugar el próximo lunes con la visita de PS a la Puerta del Sol. Esta reunión tiene que ser determinante, el gobierno de España no puede limitarse a poner paños calientes y ofrecer su colaboración a la Comunidad de Madrid. Es necesario que actúe con firmeza y determinación y haga uso de sus capacidades para obligar a que en Madrid se adopten las medidas necesarias con o sin la conformidad de la presidencia de la Comunidad, aplicando el Estado de Alarma o el articulo 155 de la constitución si fuera necesario. Madrid no puede seguir en las manos exclusivas de IDA y sus colaboradores.
Hay que esperar que durante el fin de semana se realicen las gestiones necesarias con el partido Ciudadanos para facilitar que la reunión del lunes tenga un resultado positivo.