La ineludible necesidad de pactar de cuatro partidos de ámbito nacional que han obtenido importantes resultados, y de algunos otros de carácter regional, también significativos en algunos ayuntamientos y comunidades autónomas, está poniendo a prueba sus capacidades para adaptarse a esa nueva situación.
Los acuerdos obtenidos hasta ahora son escasos, empezando por Andalucía, aparentemente el más sencillo, que sigue bloqueado tras más de dos meses, por el alto precio que quieren poner a la abstención los dos partidos emergentes, y siguiendo por otras comunidades debido a los planteamientos maximalistas que se están haciendo y que, si no se modifican, pueden conducir a que el PP mantenga muchas alcaldías y presidencias que, con un acuerdo de progreso, podría perder.
La contradicciones que se plantean en algunos casos son de Aurora Boreal, Podemos, que lleva dos meses haciéndole ascos al PSOE en Andalucía, pretende que se les regale la alcaldía de Cádiz porque ellos no quieren cambios de sillones, pretenden que se los regalen.
Otro partidario de recibir regalos es Pablo Echenique, también de Podemos. Su victoria en Zaragoza les convierte en los máximos aspirantes a su alcaldía con el apoyo del PSOE, pero pretender también la presidencia de la Comunidad Aragonesa, con menos escaños y menos votos, sobre la base de que sin ellos no hay cambio, es rizar el rizo.
Otra dirigente que también parece partidaria de recibir donaciones es Mónica Oltra, lider de Compromis, que quiere quedarse con la presidencia de la Comunidad Valenciana y con la alcaldía de Valencia. En la ciudad de Valencia Compromis tiene 9 concejales frente a 5 del PSOE, luego tiene todo el derecho a reclamar la alcaldía, pero en la Comunidad las fuerzas están invertidas, 23 PSOE frente a 19 Compromis y quien puede optar a la presidencia, con los mismos títulos es el PSOE. La amenaza de un pre acuerdo Compromis-Podemos para nombrar presidente, que necesitará también el voto socialista, es un golpe bajo un tanto oportunista que puede ser mortal para un acuerdo progresista en Valencia.
El PSOE tiene que pedir a sus potenciales aliados en la formación de gobiernos de progreso un poco de seriedad y madurez y que dejen a un lado la demagogia fácil. El PSOE no es igual que el PP como gritaban por las calles y está admitiendo de hecho el mismo Pablo Iglesias y si se va a un acuerdo aunque solo sea de pactos de investidura, es necesario tener en cuenta todos los factores y dejarse de planteamientos maniqueos. El pueblo ha hablado y toca a todos administrar de forma útil los resultados, no hay votos de primera y de segunda.
C´s se ha presentado en estas elecciones con un mensaje profundo de regeneración democrática, acompañado de una colección, no completa, de medidas económicas, que son más de derechas que de izquierdas. Este mensaje contradictorio le llevaría por un lado a pactar con las fuerzas progresistas y por el otro con el PP, en un equilibrio muy complicado si se considera, además, que una parte de sus votantes vienen de un Centro más progresista que C´s (UPyD) y otra de antiguos votantes del PP. Las alianzas regionales y locales de C´s determinaran, en buena parte, su futuro político de cara a las elecciones generales de noviembre.
C´s intenta jugar un papel relevante en la C. Valenciana, ofreciendo un pacto al PSOE para desmontar la oportunista maniobra de Compromis.
C´s tiene también un problema en la C. de Madrid pues, a pesar de sus esfuerzos, los casos de corrupción que están apareciendo, harían muy difícil justificar un acuerdo con Cifuentes. En otros ayuntamientos madrileños, como Majadahonda y Las Rozas, que han sido durante muchos años, y siguen siendo todavía hoy, centro de corrupción, tienen también difícil de explicar un apoyo al alcalde popular, cuando en ellos han obtenido sus mejores resultados y podrían tener las dos alcaldías, aunque, tal vez, también tengan miedo a gobernar.
Por último el PP también juega y hace todo lo posible por salvar los muebles. En Madrid la sorprendentemente rápida asumpción de responsabilidades de los consejeros Victoria y Figar, es una muestra de la preocupación que existe en el PP, ante el riesgo de perder la comunidad. El ofrecimiento de desbloquear la elección de S.Diaz a cambio de mantener la alcaldía de Cádiz y alguna otra en Andalucía, es otra muestra de que ellos también quieren jugar y aprovecharse de los despropósitos de Podemos.
En definitiva Podemos, Compromis y algún otro grupo deberían dar un giro a la realidad, no intentar aplicarse a si mismos la Ley del embudo y dejarse de fundamentalismo y de estrategias de aprendiz de brujo para contribuir lealmente a acuerdos de progreso que permitan cambiar de forma radical el mapa local y autonómico de España.
Los acuerdos obtenidos hasta ahora son escasos, empezando por Andalucía, aparentemente el más sencillo, que sigue bloqueado tras más de dos meses, por el alto precio que quieren poner a la abstención los dos partidos emergentes, y siguiendo por otras comunidades debido a los planteamientos maximalistas que se están haciendo y que, si no se modifican, pueden conducir a que el PP mantenga muchas alcaldías y presidencias que, con un acuerdo de progreso, podría perder.
La contradicciones que se plantean en algunos casos son de Aurora Boreal, Podemos, que lleva dos meses haciéndole ascos al PSOE en Andalucía, pretende que se les regale la alcaldía de Cádiz porque ellos no quieren cambios de sillones, pretenden que se los regalen.
Otro partidario de recibir regalos es Pablo Echenique, también de Podemos. Su victoria en Zaragoza les convierte en los máximos aspirantes a su alcaldía con el apoyo del PSOE, pero pretender también la presidencia de la Comunidad Aragonesa, con menos escaños y menos votos, sobre la base de que sin ellos no hay cambio, es rizar el rizo.
Otra dirigente que también parece partidaria de recibir donaciones es Mónica Oltra, lider de Compromis, que quiere quedarse con la presidencia de la Comunidad Valenciana y con la alcaldía de Valencia. En la ciudad de Valencia Compromis tiene 9 concejales frente a 5 del PSOE, luego tiene todo el derecho a reclamar la alcaldía, pero en la Comunidad las fuerzas están invertidas, 23 PSOE frente a 19 Compromis y quien puede optar a la presidencia, con los mismos títulos es el PSOE. La amenaza de un pre acuerdo Compromis-Podemos para nombrar presidente, que necesitará también el voto socialista, es un golpe bajo un tanto oportunista que puede ser mortal para un acuerdo progresista en Valencia.
El PSOE tiene que pedir a sus potenciales aliados en la formación de gobiernos de progreso un poco de seriedad y madurez y que dejen a un lado la demagogia fácil. El PSOE no es igual que el PP como gritaban por las calles y está admitiendo de hecho el mismo Pablo Iglesias y si se va a un acuerdo aunque solo sea de pactos de investidura, es necesario tener en cuenta todos los factores y dejarse de planteamientos maniqueos. El pueblo ha hablado y toca a todos administrar de forma útil los resultados, no hay votos de primera y de segunda.
C´s se ha presentado en estas elecciones con un mensaje profundo de regeneración democrática, acompañado de una colección, no completa, de medidas económicas, que son más de derechas que de izquierdas. Este mensaje contradictorio le llevaría por un lado a pactar con las fuerzas progresistas y por el otro con el PP, en un equilibrio muy complicado si se considera, además, que una parte de sus votantes vienen de un Centro más progresista que C´s (UPyD) y otra de antiguos votantes del PP. Las alianzas regionales y locales de C´s determinaran, en buena parte, su futuro político de cara a las elecciones generales de noviembre.
C´s intenta jugar un papel relevante en la C. Valenciana, ofreciendo un pacto al PSOE para desmontar la oportunista maniobra de Compromis.
C´s tiene también un problema en la C. de Madrid pues, a pesar de sus esfuerzos, los casos de corrupción que están apareciendo, harían muy difícil justificar un acuerdo con Cifuentes. En otros ayuntamientos madrileños, como Majadahonda y Las Rozas, que han sido durante muchos años, y siguen siendo todavía hoy, centro de corrupción, tienen también difícil de explicar un apoyo al alcalde popular, cuando en ellos han obtenido sus mejores resultados y podrían tener las dos alcaldías, aunque, tal vez, también tengan miedo a gobernar.
Por último el PP también juega y hace todo lo posible por salvar los muebles. En Madrid la sorprendentemente rápida asumpción de responsabilidades de los consejeros Victoria y Figar, es una muestra de la preocupación que existe en el PP, ante el riesgo de perder la comunidad. El ofrecimiento de desbloquear la elección de S.Diaz a cambio de mantener la alcaldía de Cádiz y alguna otra en Andalucía, es otra muestra de que ellos también quieren jugar y aprovecharse de los despropósitos de Podemos.
En definitiva Podemos, Compromis y algún otro grupo deberían dar un giro a la realidad, no intentar aplicarse a si mismos la Ley del embudo y dejarse de fundamentalismo y de estrategias de aprendiz de brujo para contribuir lealmente a acuerdos de progreso que permitan cambiar de forma radical el mapa local y autonómico de España.